Buhardilla

En el corazón de Madrid, donde las calles estrechas guardan siglos de historia y los balcones parecen asomarse con curiosidad a la vida de la ciudad, se esconde una auténtica tentación. No es un amor pasajero ni un flechazo televisivo, sino una buhardilla del siglo XVIII que se ha convertido en el refugio perfecto de Sandra Barneda, presentadora de La Isla de las Tentaciones. Una vivienda que, como el propio formato que conduce, seduce al primer vistazo: vigas de madera centenarias, techos inclinados, luz a raudales y un aire bohemio que invita a quedarse.

Hay dos cosas imprescindibles que debe de tener una buhardilla: toda la luz natural y ventilación posible y un aislamiento inmejorable. Además, para conseguir un espacio perfecto, conviene disponer de un amplio espacio de almacenaje -unos armarios a medida son la mejor idea– y de un suelo resistente que sea conforable y además amortigue el ruido. Con estos cuatro 'tips', tendrás una buhardilla perfecta para otoño e invierno.

Renovar la buhardilla supone añadir metros cuadrados a la vivienda y, por lo tanto, revalorizarla. Planificar claramente qué se necesita es fundamental. En este artículo vas a encontrar respuestas algunas cuestiones básicas que deberías tener en cuenta al reformar la buhardilla. Por ejemplo, es imprescindible fijarse en el techo. Hay que aislarlo bien porque alrededor del 25 % de la energía en una vivienda mal aislada se escapa por el techo. Además, es fundamental permitir la entrada de luz natural.

Las buhardillas son espacios situados en la última planta de las viviendas. Se caracterizan por su techo en pendiente, pudiendo llegar a cumplir con numerosas funciones en el día a día. Tales son sus virtudes, que muchas personas consideran esencial este tipo de espacios.