Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) aseguran que en los últimos años se ha reducido con fuerza el número de arrendamientos sumergidos en España gracias, entre otros factores, a la obligación de los propietarios de incluir el NIF de su inquilino en la declaración de la renta, a las comprobaciones que realiza la Agencia Tributaria o a la información de consumo que proporcionan las eléctricas. A pesar de ello, el 40,8% de los arrendamientos se paga en negro, lo que se traduce en 1,28 millones. No obstante, Gestha cree que la crisis del coronavirus reducirá los fraudes tanto en el alquiler como en las compraventas de viviendas.