Cuando se acomete una reforma integral en un hogar, la atención suele centrarse en lo que se ve y se toca: la elección del pavimento, el color de las paredes, el diseño de la cocina o la grifería del baño. Sin embargo, ocultas tras los tabiques y los falsos techos, discurren las arterias de la vivienda: las tuberías. Y un detalle que a menudo se pasa por alto, pero que tiene un impacto gigantesco en el confort y la eficiencia a largo plazo, es su correcto aislamiento. Desde la perspectiva de la rehabilitación, no aislar las tuberías de las instalaciones técnicas es un error que se acaba pagando caro. Es una pequeña inversión inicial que permite el ahorro energético y la eficiencia, previene las condensaciones y aporta confort acústico.
Los atascos en tuberías suelen manifestarse cada cierto tiempo debido a la acumulación de residuos de todo tipo.
Un desagüe lleno de pelos, restos de comida... Son muchos los pequeños descuidos cotidianos que pueden acabar atascando las tuberías.
Una tubería obstruida que no deja drenar el agua es un problema, pero la situación puede empeorar si tienes que llamar a un fontanero cada vez
Los daños en un piso alquilado siempre son objeto de controversia a la hora de saber quién debe de asumir la reparación, si el inquilino o el propietario. El Tribunal Supremo ha establecido recientemente en una sentencia del pasado 15 de abril que el inquilino es el responsable de la fuga de agua del piso que tiene alquilado, dado que no le comunicó al propietario la existencia de deficiencias en el inmueble.
Las reparaciones de averías en inmuebles han aumentado un 20% durante el primer semestre del año, según datos de la aseguradora mapfre.
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