Lo de que las mujeres están “ausentes” de algunos sectores no es nuevo: aunque la presencia femenina cada vez se hace más evidente, es innegable que en algunos campos, las féminas siguen brillando por su ausencia. Solo hay que preguntar a los más jóvenes por nombres relevantes de mujeres en Ciencias, por ejemplo, y la gran mayoría se quedará en Marie Curie, y poco más.
Sucede lo mismo con la economía: haberlas haylas, pero hay que bucear mucho para encontrarlas. Porque, ¿a quién le suena Jane Marcet? ¿o Joan Robison? Una buena muestra de la presencia femenina en esta disciplina puede verse ahora en la exposición “La economía no es sólo cosa de hombres” de la Afi Escuela de Finanzas.
Este proyecto, que pretende dar visibilidad a las mujeres que contribuyen a la ciencia y en particular, a las mujeres que han realizado importantes aportaciones al conocimiento económico. En la muestra, abierta al público hasta mediados de octubre, se analiza a 15 mujeres economistas, la mayoría investigadoras de los siglos XIX y XX. La muestra rescata la biografía de 15 de las economistas más influyentes en Europa y Estados Unidos: Jane Marcet (1769-1858), Hariet Taylor Mill (1807-1858), Mary Harris Smith (1844-1934) , Mary Paley Marshal (1850-1944), Beatrice Potter Webb (1858-1943), Clara Elisabeth Collet (1860-1948), Rosa Luxemburgo (1870-1919), Edith Abbott (1876-1957), Elizabeth Boody Schumpeter (1898-1953), Joan Robinson (1903-1983), Rose Director Friedman (1910-2009), Edith Penrose (1914-1996), Anna Jacobson Schwartz (1915-2012), Elinor Ostrom (1933-2012) y Janet Yelen (1946).
Pero, ¿por qué se sabe tan poco de las mujeres en determinadas disciplinas, como en este caso, la economía? “La respuesta es igual para todas las ciencias, las mujeres han hecho importantes aportaciones pero han quedado relegadas e incluso ocultadas por sus maestros o y sus parejas, que en mucho de los casos se han llevado todo el éxito”, explica Joaquina Laffarga, comisaria de la exposición y profesora del Departamento de Contabilidad y Economía Financiera de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de Sevilla. La experta incide en que sigue habiendo muchas economistas desconocidas: “Recomiendo la lectura del libro del Dr Perdices de Blas “Mujeres economistas”. En la actualidad sigue pasando, por ejemplo, los economistas que salen en los programas de actualidad son todos hombres, en general académicos, y ahora hay muchas y destacadas profesoras en las distintas universidades”, aclara.
Repasemos algunas de las biografías de las mujeres a quienes esta muestra rinde homenaje:
Jane Haldimand Marcet
Química y economista (1769-1858). La obra de Jane Haldimand Marcet fue fundamental en la institucionalización de dos disciplinas científicas, la química y la economía política, dado que ella publicó los primeros “manuales” de ambas disciplinas que se convirtieron en los primeros best-seller de la historia de la ciencia. Jane nació en Londres en 1769 en una próspera familia de banqueros suizos. Fue instruida junto con sus hermanos en latín, química, biología e historia, así como en las habilidades propias de las jovencitas inglesas de la época. Además pudo tener conocimiento de primera mano de las teorías económicas de Adam Smith, Malthus y David Ricardo, que asistían a las tertulias que se organizaban en su casa.
Tras el fallecimiento de su madre cuando tenía 16 años, Jane se hizo cargo de la casa y de sus once hermanos. Quizás debido a esta responsabilidad no se casó hasta los 30 años con el doctor Alexander Marcet. Los Marcet establecieron en su casa londinense una tertulia a la que acudieron mujeres como Harriet Martineau y Maria Egeworth que se harían famosas por su defensa de los derechos de las mujeres.
Tras asistir a una de las conferencias experimentales de Sir Humphry Davy en la Royal Institution, Jane se interesó por la química y tras ser instruida en las nociones básicas por su marido, comenzó a trabajar en una obra enciclopédica sobre esta materia que publicó anónimamente en 1805, de la que se hicieron más de 30 ediciones en inglés a ambos lados del Atlántico así como traducciones a los principales idiomas del continente. Su siguiente eobra fue “Conversaciones en economía política”, que tuvo incluso más éxito. La nueva obra de Jane Marcet, dirigida a los lectores jóvenes, se difundió rápidamente entre las clases media y alta, llegando a tener 14 ediciones en inglés y traducciones al francés, alemán y español. Recogía los principios de Adam Smith Thomas. R. Malthus, Jean B. Say y J. L Sismondi.
Mary Harris Smith
Contable y auditora (1844-1934). En 1920, Mary Harris Smith fue la primera mujer en conseguir ser miembro de una asociación profesional de contables en el Reino Unido. Desde ese momento, ella obtuvo plenos derechos en una profesión en la que el monopolio profesional lo ostentaba el hombre. Pero el camino no fue fácil ni corto, sus sucesivas peticiones fueron rechazadas durante más de treinta años.
Mary Harris Smith era hija de un oficinista de una agencia de la Marina y solía ayudar a su padre en los trabajos contables. Con dieciséis años, estudió matemáticas. Comenzó como contable en una empresa comercial en la City de Londres, donde estuvo nueve años. Posteriormente fue nombrada contador de la Royal School of Art Needlework y, debido a su reputación, recibió solicitudes para realizar auditorías en otras empresas.
Comenzó a realizar su actividad profesional por libre en 1887, ofreciendo sus servicios como un "contable y auditor debidamente cualificada con muchos años de experiencia”. Como profesional libre, en 1887, se planteó solicitar la pertenencia a las organizaciones que representaban a los contadores públicos. Su primer objetivo fue la reciente (creada en 1885) Sociedad de Contadores y Auditores,realizando su petición cómo una demanda de igualdad de derechos. La solicitud de Mary Harris Smith fue discutida por el Consejo del SAA y aunque algunos de los miembros eran favorables, el presidente estaba «totalmente en contra del movimiento de igualdad». La petición fue rechazada en 1888.
Tras el resultado negativo de la SAA en 1891, Mary Harris Smith volvió a intentarlo en una institución más prestigiosa, la ICAEW (Instituto de contadores públicos de Inglaterra y Gales). En su solicitud, daba detalles de su dilatada experiencia y aportaba avales de respetados profesionales. Además, en la revistas de más prestigio profesional del momento, The El Comité de solicitudes del ICAEW consideró el caso de Mary Harris Smith y determinó recomendar su admisión, pero ésta debería de estar sujeta a lo que indicarán los abogados del Instituto. La resolución de los abogados llegó unos meses después rechazando la petición ya que la normativa del Instituto de forma estricta se refiere a que sus miembros deben ser hombres. En 1896 Mary Harris Smith reanudó sus intentos de asegurar el acceso igualitario a ICAEW preguntando a un miembro de alto nivel de su Consejo si ella podía
realizar el examen de entrada. La respuesta fue que "tal cosa no sería posible para una mujer". Esta actitud del Consejo de ICAEW hizo que prestigiosas revistas, entre ellas The Accountans, publicaran artículos criticando la actitud de la institución contable y tacharan al Consejo del ICAEW como de hombres tiranos. En 1898, el colegio de arquitecto admitía a la primera mujer a pesar de que la normativa también se expresaba en términos masculino. Este hecho suscitó muchos nuevos artículos e hizo que Mary Harris Smith albergara esperanzas y volviera a solicitar la admisión, que volvió a ser rechazada. En 1916, el Consejo de la SAA aprobó la resolución de admitir la inscripción de la mujer en su asociación y en 1920 el ICAEW inscribió a Mary Harris Smith en el Instituto con todos los honores. Ella tenía 75 años.
Mary Paley Marshall
Primera profesora de Cambridge (1850-1944). Mary Paley es uno de tantos casos de mujeres de gran valía profesional, en este caso como economista, cuya carrera no solo quedó a medio camino sino prácticamente invisibilizada por la sombra de su marido, Alfred Marshall, quizá el más famoso de los economistas neoclásicos. Aunque su padre era clérigo evangélico, la formó y animó para que fuera estudiante en Cambrigen, algo completamente inusual en esa época.
Aprobó los exámenes superiores con unas calificaciones excelentes, gracias a ello, se le ofreció una beca para incorporarse a la Universidad de Cambridge bajo la tutela de Miss Clough, y en 1871 formó parte del grupo de las cinco primeras mujeres que entraron en esa prestigiosa institución y más concretamente en el Newnham College. Mary superó sus estudios superiores en Cambridge con distinción (matrícula de honor) en 1874 y ella y Amy Bulley fueron las primeras mujeres que se presentaron al Tripos de Ciencias En 1875, Mary volvió al Newnham College, pero ya para enseñar economía bajo la tutela del Profesor Marshall, convirtiéndose así en la primera mujer profesora de la universidad de Cambridge. También escribió un manual sencillo y económico para sus alumnas que le ayudara a la hora de impartir sus clases magistrales y de ahí nació una obra de gran éxito y con varias reimpresiones, pero de cuya autoría desapareció Mary cuando su marido, Alfred Marshall, editó una segunda edición en 1892 bastante cambiada.
Mary se encargó de las tareas educativas del primer College mixto, algo totalmente inusual en aquella época victoriana, cuando las mujeres casadas no trabajaban ni siquiera dentro del grupo selecto de mujeres con formación. En 1883 el matrimonio se trasladó a la universidad de Oxford. Alfred se incorporó a la cátedra de economía política en el Balliol College y Mary también llegó a ser una profesora de economía muy reputada. Cuando su marido falleció en 1924, Mary ayudó a establecer la Biblioteca Marshall de Economía en Cambridge y se dedicó a ella en cuerpo y alma hasta que el médico insistió en que debía dejarla a los 87 años de edad. En 1927 fue galardonada con un doctorado honorario por la Universidad de Bristol en reconocimiento por su trabajo y tesón para romper prejuicios en torno a la educación superior de las mujeres.
La muestra de Afi, que se puede visitar gratuitamente en Madrid (c/Marqués de Villamejor, 5), de lunes a viernes de 9 a 20 horas, forma parte de la iniciativa #MujeresQueTransforman, con la que la Escuela lleva más de un año poniendo en valor el talento femenino en los diferentes sectores económicos.
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