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Malas noticias para los accionistas de Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Banco Sabadell y Bankinter. Pero el parte de daños va mucho más allá y afecta a numerosos sectores, entre ellos el inmobiliario, tanto por el impacto directo de la caída de la banca en las valoraciones como por las razones que están detrás de una oleada vendedora que no se había visto desde el Brexit, hace ya casi dos años.

Los bancos son la punta de lanza de la bolsa española. Su peso en el índice Ibex 35 es de más de un tercio del total. Dicho de otra forma, sus movimientos tienen un efecto contagio inmediato sobre el conjunto del mercado. Las grandes inmobiliarias ya lo están pagando. Colonial, que durante muchos días encabezó las ganancias en el Ibex 35, ha caído ahora hasta el quinto lugar. Y Merlin Properties, hasta el séptimo.

El otro gran impacto viene desde el lado del cierre de la venta de liquidez en los mercados. Testa -participada por dos bancos, Santander y BBVA, además de Acciona y Merlin- acaba de anunciar que supende su salto al mercado continuo. El mayor tenedor de viviendas en alquiler de España, más de 10.000 unidades, hará un 'listing' para evitar tener que colocar acciones en el mercado.

Los fuertes descensos de la bolsa española liderados por los bancos hasta niveles muy cercanos ya a los mínimos de marzo en el Ibex por debajo de los 9.400 puntos también han dejado en la estacada las salidas a bolsa de otras inmobiliarias como Haya y Azora. Por lo tanto, la oleada de colocaciones inmobiliarias esperada para este año queda por ahora en suspenso.

Con el verano a la vuelta de la esquina, estas operaciones podrían aplazarse hasta, como mínimo, el próximo otoño. Será entonces el momento de valorar el apetito de los inversores y hasta qué punto pueden ser exigentes las inmobiliarias con las valoraciones. Lo cierto es que los niveles actuales por la incertidumbre política en España e Italia impiden a los accionistas de estas compañías pedir al mercado los precios que consideran justos y razonables.

Pero detrás de la caída de los bancos hay un factor con gran trasfondo macroeconómico. Los últimos datos de inflación y de actividad en la eurozona se han quedado claramente por debajo de las previsiones y ponen más en duda el comienzo de las subidas de los tipos de interés en la eurozona. Malo para la banca.

En términos estrictamente económicos, muchos analistas han pasado de hablar de frenazo a hablar ya sin tapujos de desaceleración en la Europa de la moneda única. Un proceso que los problemas políticos de Italia podría acelerar con el debate sobre el euro otra vez sobre la mesa.

De momento, nadie ha puesto en entredicho el potencial de crecimiento de la economía española. Pero un traspiés importante en el motor económico europeo terminaría por pasar factura al PIB español y por extensión a quien más se beneficia de él, el sector inmobiliario. A las puertas ya del final del mes de mayo, las subidas de Colonial y de Merlin se sitúan ya por debajo del 10%.

En el mercado continuo, Metrovacesa y Neinor están en pérdidas en lo que va de 2018 y en el mercado continuo, Realia y Axiare también están en números rojos mientras que Lar firma tablas, como San José. 

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