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Cómo vencer a la inflación con inversión inmobiliaria
GTRES

Los inversores a nivel global han encontrado en el inmobiliario un refugio ante el aumento de la inflación y la actual crisis geopolítica. Desde la gestora de activos Pictet Asset Management afirman que, con la debida cautela y un correcto asesoramiento, estas inversiones vinculadas casi en exclusiva a capital institucional o clientes adinerados pueden estar al alcance de todos. Y analizan el último estudio del PwC, ‘Emerging Trends in Real Estate’.

El auge de los activos inmobiliarios ante la inflación y el crecimiento del PIB

Los activos inmobiliarios están demostrando un gran potencial en el mercado. Según el último estudio de PwC ‘Emerging Trends in Real Estate’, a partir de 800 entrevistas realizadas a los líderes más influyentes de la industria inmobiliaria europea, más de más de la mitad (52%) de los operadores del sector tiene mayor confianza en el desarrollo del negocio y casi la mitad (49%) espera un aumento de la rentabilidad en 2022.

Los resultados de la encuesta de PwC muestran el mayor grado de confianza desde 2014, pese al incremento de los costes en la cadena de suministros de las materias primas.

El mercado también se está transformando ante los cambios en el estilo de vida surgido en los últimos años. Cada vez más, los profesionales del sector tienen una mayor sensibilidad hacia el compromiso social, ambiental y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés), además de la transición energética. Todo esto también repercute a la hora de pensar los nuevos edificios.

Hay un sinfín de retos y oportunidades a largo plazo vinculados a las nuevas tendencias que se han acelerado o incluso desencadenado por la pandemia, destacan desde PwC.

Cómo invertir en inmobiliario con instrumentos financieros

Volviendo al estudio, el 81% de los encuestados cree que criterios como el aumento de la eficiencia energética de los edificios serán cada vez más importantes en los próximos años, así como la reducción de las emisiones de carbono (73%), también por la presión de los reguladores.

Los fondos europeos, tanto en España como que Italia y el resto de países, tienen entre sus principales objetivos una transición energética hacia el menor impacto ambiental de los edificios.

El 92% de los encuestados afirmó estar de acuerdo o muy de acuerdo en que la salud y el bienestar seguirán siendo un factor central que considerar en todos los segmentos del inmobiliario.

“La experiencia de la crisis sanitaria consolidará un impulso hacia la creación de edificios más ‘human-centric’, atentos a las necesidades de las personas”, afirman desde Pwc. “En particular, las oficinas serán las más implicadas en el cambio, ya que deberán readaptarse a los nuevos métodos de trabajo (modo mixto remoto/presencial)”, concretan.

Pero no solo eso, un 68% de los encuestados destaca que en los próximos cinco años el sector inmobiliario tendrá que transformarse en su conjunto. “Los inquilinos, por ejemplo, exigen cada vez más flexibilidad y contratos a corto plazo para satisfacer las necesidades de cambio, a menudo vinculadas al deseo de un mayor nivel de comodidad, servicios, salud y bienestar y conectividad digital”, agregan los expertos.

Pero también, un 73% de los encuestados cree que se producirá inestabilidad en algunos activos del inmobiliario en los próximos 12 meses, lo que podría crear oportunidades de inversión para aquellos con una perspectiva a más largo plazo.

Para invertir, incluso indirectamente, también existen instrumentos financieros alternativos, como Pictet Real Estate Capital Elevation Core Plus ELTIF SICAV, que tiene como objetivo lograr un rendimiento bruto anual de alrededor del 7-9%, afirman desde Pictet Asset Management.

Y añaden que, incluye ingresos por rentas de alrededor del 4%, lo que ofrece una cobertura parcial de la inflación, dado que las rentas están ligadas al IPC, y una revalorización esperada del capital invertido (alrededor del 2-4%) derivada de la compraventa del inmueble o las mejoras realizadas a estructuras.

Aclaran que este es un producto clasificado en el artículo 8 según el reglamento europeo sobre la transparencia de la información en materia de sostenibilidad para los productos financieros (SRFD). El importe mínimo de suscripción es de 20.000 euros para la clase de acciones minorista, lo que la hace accesible a un número más amplio de clientes que otros productos alternativos, que suelen tener umbrales de entrada mucho más altos.

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