España aún soporta 3,7 millones de parados. Se trata de la cifra más baja de los últimos siete años, pero que sigue siendo insostenible para el sistema.
El Gobierno estima que durante la legislatura se crearán de media medio millón de empleos al año, aunque son miles los desempleados que tienen unas probabilidades muy bajas de encontrar reengancharse al mercado laboral. Ésta es una de las conclusiones que se puede extraer del estudio que han publicado Fedea, Accenture y varias entidades sociales, que calcula que hay 1,8 millones de personas que tienen difícil encontrar trabajo. Es decir, prácticamente la mitad de los parados actuales.
“Una vez finalizada la Gran Recesión, España se está beneficiando en la actualidad de un proceso de intensa creación de empleo. A pesar de ello, un número importante de personas sigue sufriendo especiales dificultades en su acceso al mundo laboral. Estas dificultades se expresan en largos períodos de desempleo, o en empleos cuyas retribuciones, duración y/o jornadas les mantienen en situación de pobreza laboral. En consecuencia, aunque las tasas de ocupación estén creciendo de forma sostenida, el paro de larga duración se mantiene en niveles históricos y otros indicadores como los de pobreza laboral no parecen estar respondiendo de forma tan positiva”, recalca el estudio.
No podemos olvidar que en 14 autonomías al menos el 40% de parados lleva más de dos años sin trabajar, lo que les convierte en desempleados de muy larga duración.
Para intentar poner negro sobre blanco en la materia, Fedea, Accenture y demás colaboradores han centrado su análisis en el colectivo al que han bautizado EVAE, siglas que se corresponden con la población especialmente vulnerable ante el empleo. Según sus números, actualmente hay en España 4,2 millones de personas que encajan en esta descripción. De dicha cifra, 2,4 millones de personas tienen una alta probabilidad de seguir en situación de pobreza en el trabajo a lo largo del año, mientras que 1,8 millones tienen muchas posibilidades de seguir en desempleo.
Un retrato robot
Más allá de las cifras absolutas, el estudio también dibuja un retrato robot del colectivo especialmente vulnerable ante el empleo a través de cuatro variables: edad, sexo, lugar de residencia y nivel de estudios.
En lo que al sexo se refiere, un 57,8% de las personas consideradas EVAE son mujeres, mientras que, por franjas de edad, los porcentajes más elevados son las personas de entre 45 y 54 años (26,2%), los de 35 a 44 años (24,6%) y de 25 a 34 años (22,9%). En cambio, los mayores de 55 años solo representan un 15,9%, mientras que los menores de 25 solo protagonizan uno de cada 10 casos.
Por regiones, Andalucía es la más destacada, al ser el lugar de residencia del 30,5% del colectivo. Por encima del 10% y cerrando el ‘top 3’ están Comunidad Valenciana (12%) y Cataluña (10,1%), seguidas de Madrid (8,6%) y Canarias (6,5%). Cantabria, Navarra y La Rioja, en cambio, suponen menos de 1% cada una.
Si la variable a escoger es el nivel de estudios, la palma se la lleva la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), al representar el 44,5% del total. Primaria supone un 18,1%, mientras que el Bachiller se queda con un 11,8%. La Formación Profesional de grado superior es el nivel formativo con menos representación (9,5%), por debajo incluso de la Educación Superior (16%).
¿Y cuánto representan dichos EVAE sobre la población? El estudio responde a la pregunta. La tasa EVAE de las mujeres se sitúa en el 16,1% y la de los varones, en el 11,7%. En lo que a la edad se refiere, el grupo con la tasa más elevada es el de los jóvenes de entre 25 y 34 país, donde alcanza el 17,5%, mientras que en el terreno educativo la mayor tasa EVAE la tienen las personas con estudios primarios o menos (un 24,5%), seguidas de las personas con una titulación equivalente a la ESO (19,1%). Para las personas con educación superior (titulados universitarios y FP de grado superior) la tasa EVAE se reduce hasta el 6,5%.
Por último, a escala regional, las tasas EVAE se sitúan entre el 20% y el 25% en Extremadura, Andalucía y Melilla, entre el 15 y el 20% en Canarias, Ceuta, la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, entre el 10 y el 15% en Murcia, Galicia, Castilla-León y Asturias, y entre el 7 y el 10% en el resto de CCAA. Cantabria, La Rioja y Madrid son las únicas zonas donde el porcentaje es inferior al 9%.
Según publica el blog de Bankinter, que se ha eco del estudio, “el elemento clave del éxito al reto de que los españoles más desprotegidos encuentren empleo es la atención personalizada de las entidades sociales. Para ello, es necesario que estas entidades tengan apoyo público y privado y se coordinen estrechamente con todos los sectores que tienen que ver con los servicios de empleo y formación”.
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