
Los centros de Maggie son una red de centros de acogida en todo el Reino Unido y en otros lugares del mundo que se levantaron con el único objetivo es ayudar a cualquier persona afectada por el cáncer. En su página web explican que en ningún caso pretenden ser un reemplazo de la terapia convencional contra el cáncer, sino un entorno solidario que puede brindar apoyo, información y consejos prácticos. En España se encuentra Kálida Barcelona, que fue el primero que se abrió en Europa continental.

Gestionados por la organización benéfica escocesa Maggie Keswick Jencks Cancer Caring Trust, fue fundada y nombrada en honor a la fallecida Maggie Keswick Jencks, quien murió de cáncer en 1995. “Ayudamos a las personas a recuperar el control cuando el cáncer pone su vida patas arriba, con apoyo profesional para todo, desde los efectos secundarios del tratamiento hasta las preocupaciones económicas”, explican en su página web.

Desde entonces, su filosofía ha inspirado muchos centros, lo que se ha reflejado en su arquitectura, especialmente diseñada para ofrecer esa sensación de calidez y tranquilidad. Un ejemplo de ello es el trabajo que han realizado para el hospital AZ-Zeno, que ha levantado un centro según estos parámetros en Bélgica. El concepto gira en torno a la idea de "un nido cálido", un espacio acogedor y no invasivo para reunirse, reflexionar, relajarse y recuperar fuerzas durante el proceso de curación.

“Puedes ir allí para charlar, tomar una taza de café o hacer una pregunta. Las personas con cáncer también pueden participar en actividades adaptadas. Hay tanto una oferta individual como una oferta de grupo. Puede acudir allí para obtener orientación psicológica y relajación (por ejemplo, masajes, yoga, atención plena, reflexología podal), caminatas e iniciaciones en la cocina”, explican desde el hospital.
Construido a partir de módulos prefabricados, con el diseño de Ark-Shelter y ARCHEKTA, la idea de proteger al paciente está presente en todo momento. La entrada está alejada de la fachada para proteger a los pacientes del viento y brindar una entrada segura, y todo el edificio está penetrado por la naturaleza y las vistas. La mayoría de los asientos tienen acceso visual directo al exterior, mientras que las ventanas en la parte superior garantizan que siempre haya luz gradual en todo el edificio y, al mismo tiempo, brindan privacidad.

El espacio cuenta con una cálida chimenea para unir a las personas y arreglos de asientos flexibles para reuniones cómodas, desde individuales hasta grupos de ocho personas. El comedor es el corazón de la casa, con más luz y espacio de reunión para introvertidos y extrovertidos, sol y sombra, vista al exterior o al cómodo patio.
El centro también cuenta con una sala de terapia accesible para sillas de ruedas y configuraciones de sala de terapia no tradicionales para hacerlo menos clínico y más accesible. Las salas de terapia de arriba están un poco más alejadas del centro de la casa y no tienen pasillos ni nombres en las puertas.
La sala de terapia grupal es abierta y ajustable, desde sesiones grupales en el piso hasta configuraciones más formales, esta sala se puede usar completamente según la configuración requerida. La terraza se resguarda con un muro de madera en el lenguaje del edificio protegiendo del viento o de las vistas. El patio es un trozo de naturaleza serena y tranquila, verde exuberante, protección del viento y con un tragaluz que transformará el espacio a lo largo del día y durante las estaciones.






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