La administración bush pretende destinar 40.000 millones de dólares (31.196 millones de euros) para evitar las ejecuciones hipotecarias que se han incrementado en los últimos meses. Según publica the wall street journal, el mercado espera que sheila bair, presidenta de la corporación federal de seguro de depósitos proponga ante una comisión del senado la concesión a los bancos de un incentivo financiero para convertir las hipotecas problemáticas en hipotecas asequibles
En caso de llevarse a cabo, el gobierno compartiría las futuras pérdidas que registraran las nuevas hipotecas junto con los bancos prestamistas. El departamento del tesoro ya se ha puesto manos a la obra. Está estudiando esta opción y también está estudiando usar parte de los fondos del plan de rescate por valor de 700.000 millones de dólares para comprar y renegociar directamente las hipotecas
La idea de bair es que las nuevas hipotecas tengan que cumplir con ciertos requisitos para obtener el apoyo parcial de los bancos. En planes anteriores se requería que los propietarios vivieran en sus hogares y llevaran relativamente al día los pagos de sus hipotecas
Estas opciones vienen marcadas por la creciente presión de los demócratas y de los candidatos presidenciales para intensificar los esfuerzos para prevenir las ejecuciones hipotecarias. En las últimas semanas el gobierno ha tomado medidas dramáticas con el fin de descongelar los mercados de crédito y restablecer la confianza en el sistema bancario
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