A Katskhi Pillar solo se puede llegar subiendo con mucho cuidado por una vieja y peligrosa escalerilla de hierro. Situado a unos 40 metros sobre el suelo, este asentamiento fue fundado en 1990 por un monje sobre las ruinas de dos iglesias bizantinas de los siglos VI y VIII. Si no te asalta el miedo o te inmoviliza el vértigo, se tarda unos 20 minutos en acceder a la que probablemente sea la vivienda más aislada del planeta.
Tras un pasado marcado por la violencia, las drogas y la cárcel, Maxim Qavtaradze se hizo monje y se mudó a lo alto de esta monolítica roca cerca de la ciudad de Chiatura (Georgia) para vivir “más cerca de Dios”, según cuenta a los valientes que se atreven a visitarle. Sin ayuda de nadie, Qavtaradze subió a cuestas los materiales necesarios para la restauración de los templos, que completó con sus propias manos tras dos décadas de trabajo.
1 Comentarios:
Es ilegal.
Está prohibido construir ahí.
Deben derribarla de forma inmediata.
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