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Como si se tratara de detectives privados que intentan desandar los pasos de un crimen, en Japón hay personas que buscan sin cesar escenarios de muertes violentas. Los precios de alquiler de esas viviendas pueden estar fuertemente rebajados y son una ganga para aquellos que no tienen miedo de dormir con fantasmas.
 
En el organizado Japón, el trágico alto índice de suicidios ha dado pie a la creación de un mercado inmobiliario conocido Jiko bukken (propiedades accidentadas en japonés). Se trata de viviendas que han sido escenario de una muerte violenta y son difíciles de alquilar o vender.
 

El universo inmobiliario alternativo de Japón: casas baratas teñidas de muerte
Informando de los desperfectos en el suelo ☹ Creative commons

Ante el perjuicio dinerario que provocan los suicidios en casa o la muerte en soledad de una población cada vez más envejecida, Japón ha levantado un marco legal que permite compensar a los propietarios e indirectamente obliga a los vendedores o arrendadores a rebajar los precios.

Por ley, los agentes inmobiliarios o particulares deben informar si en la propiedad se ha producido un suicidio o muerte violenta en los últimos años so pena de multa, lo cual obliga a que se rebajen los precios. Esto ha creado un mercado inmobiliario alternativo en el que se pueden encontrar apartamentos con fuertes descuentos durante al menos un año.

Varios portales inmobiliarios, como es el caso de la agencia UR o SUUMO, han creado secciones de casas “estigmatizadas” con descuento. En 2013, SUUMO llegó a lanzar una campaña de casas baratas para solteros con el lema "vive con un fantasma". También existen otras web como Oshimaland, donde los usuarios pueden reportar suicidios y muertes violentas en edificios para que otros puedan comprobar y obtener más detalles, en su mayoría escabrosos, de las muertes en caso de que el agente inmobiliario omita detalles.

El universo inmobiliario alternativo de Japón: casas baratas teñidas de muerte
Captura de una propiedad en el portal Oshimaland idealista/news

Pese a los fuertes descuentos, los japoneses son extremadamente reacios a vivir en una casa o apartamento donde ha muerto una persona, ya que las creencias sintoistas consideran que tras la muerte la energía de la persona permanece en el lugar donde descansa, pero no siempre en el caso de muerte traumática. No obstante, hay personas que buscan este tipo de descuentos ante las dificultades de alquilar o comprar en ciudades como Tokio a precios asequibles.

El universo inmobiliario alternativo de Japón: casas baratas teñidas de muerte
Pisos en alquiler a mitad de precio idealista/news

Pese a que el índice de asesinatos en Japón, en los casos más extremos de muerte violenta los propietarios han llegado a derribar todo el edificio y volverlo a construir para evitar que los espíritus y el “estigma” de las muertes persista en las viviendas.

El marco legal creado en torno a la muerte y las casas con “fantasmas” es tan preciso que hay productos de seguros que incluyen protección contra la pérdida económica derivada de un suicidio o la muerte de una persona mayor. Incluso se establecen estándares por el tipo de muerte, siendo el asesinato el más grave.

 
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