
El fututo de las ciudades se abre al mar. Naciones Unidas, la compañía estadounidense Oceanix y la ciudad coreana de Busan han presentado en Nueva York el diseño del primer prototipo de ciudad flotante sostenible del mundo, un proyecto del prestigioso estudio de arquitectura Bjarke Ingels Group (BIG). Oceanix Busan surge como solución a los problemas de densidad de población en grandes urbes cerca del mar, a los que se une la creciente amenaza del cambio climático como el aumento del nivel de mar. Contará inicialmente con tres plataformas que suman 6,3 hectáreas donde podrán habitar 12.000 personas.
Según ONU-Habitat, dos de cada cinco personas en el mundo viven a menos de 100 kilómetros de la costa, y el 90 % de las megaciudades del mundo son vulnerables al aumento del nivel del mar. Las inundaciones están destruyendo infraestructura de miles de millones de dólares y obligando a millones de personas a abandonar sus hogares. Sin ningún lugar dónde expandirse, el rápido crecimiento de la población urbana les está empujando más cerca del agua, elevando los costes de la vivienda a niveles prohibitivos y expulsando a las familias más pobres.

Ante este desafío, desde 2019 se lleva proponiendo el diseño de un prototipo de ciudad flotante. BIG-Bjarke Ingels Group y SAMOO (Samsung Group) han sido los artífices de Oceanix Busan, ya que la Ciudad Metropolitana de Busan, en Corea del Sur, se ha erigido como anfitriona del proyecto.

Oceanix Busan es el primer prototipo de una comunidad flotante resiliente y sostenible. Según sus creadores, sus barrios interconectados sumarán 6,3 hectáreas para albergar una comunidad de 12.000 personas. Cada vecindario está diseñado para cumplir un propósito específico: convivencia, investigación y alojamiento. Hay entre 30.000 y 40.000 m2 programados de uso mixto por barrio.

El prototipo de Busan se puede transformar de forma orgánica y adaptarse a las necesidades de la ciudad con el tiempo. Se parte de una comunidad de 3 plataformas con 12.000 residentes y visitantes, pero tiene el potencial de expandirse a más de 20 plataformas.
Cada plataforma flotante va acompañada de decena de emplazamientos con paneles fotovoltaicos e invernaderos que pueden crecer o reducirse con el tiempo, según el crecimiento de Busan.

Oceanix es una empresa de tecnología azul con sede en Nueva York, que cuenta con diseñadores, ingenieros y expertos en sostenibilidad de todo el mundo para diseñar un prototipo a prueba de inundaciones. “Estamos en camino de desarrollar Oceanix Busan y demostrar que la infraestructura flotante puede crear nuevas tierras para las ciudades costeras que buscan formas sostenibles de expandirse hacia el océano, al tiempo que se adaptan al aumento del nivel del mar”, ha comentado Philipp Hofmann, director ejecutivo de Oceanix.
Busan es la segunda ciudad más grande de Corea del Sur, tras Seúl, y cuenta con 3,4 millones de habitantes, y es una de las ciudades marítimas más importantes del sur de Asia.

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