
La traumática salida del Reino Unido de la UE se ha cobrado su última víctima política en el primer ministro Boris Johnson, que se une a sus predecesores Theresa May y David Cameron. Ahora que se acaban de cumplir seis años desde la votación del referéndum, Knight Frank analiza cómo se ha comportado el mercado de la vivienda: las compraventas se han mantenido estables (7,2 millones de operaciones), aunque los precios han crecido un 32% desde 2016, casi 10 puntos más que en el mismo periodo anterior al Brexit. El residencial británico no ha sufrido el estrés de la política. “Actualmente, la mayor presión sobre la vivienda proviene de la inflación, la subida del coste de la vida y la actual coyuntura económica desde la pandemia”.
El pasado 23 de junio se cumplieron seis años del referéndum en Reino Unido que decidió el votó a favor de abandonar la Unión Europea. Durante la campaña se llegó a decir que los precios de la vivienda podrían caer un 18%, se perderían medio millón de empleos y los compradores extranjeros se alejarían del Reino Unido si el país votaba a favor de irse.
La realidad ha sido menos catastrófica, al menos para el mercado de la vivienda. Mientras la política británica encadena tres graves crisis de Gobiernos en poco más de seis años: ya han abandonado su cargo David Cameron, el artífice del referéndum que tomó la puerta de salida del 10 de Downing Street tras apoyar la permanencia del Reino Unido en Europa; y su sucesora, Theresa May, salió seriamente escaldada de las duras negociaciones con la UE para su salida, efectiva en enero de 2020. Finalmente, Boris Johnson, uno de los líderes del Sí al Brexit en el Partido Conservador, ha encadenado escándalo tras escándalo desde su llegada y en un entorno marcado por ultimar los acuerdos comerciales con la UE, la pandemia del coronavirus y la crisis económica.
Según el análisis elaborado por la consultora Knight Frank, los precios desafiaron las predicciones negativas y lo hicieron nuevamente cuatro años después, en plena pandemia, cuando los economistas avisaron de caídas del 20%.
Más ventas y subida de precios en el posBrexit que en el preBrexit, con pandemia de por medio
En el período comprendido entre julio de 2016 y mayo de 2022, los precios del Reino Unido crecieron un 32%, según los datos de Nationwide. En el mismo período anterior al referéndum, el crecimiento fue del 22,5%, pero no ha sido un crecimiento lineal.
Entre 2017 y 2019, durante el gobierno de Theresa May, hubo un periodo de estancamiento, pero la pandemia trajo consigo crecimientos de precios de dos dígitos debido a la baja oferta y la alta demanda.
“El crecimiento de los precios ha comenzado a enfriarse a medida que se reconstruye la oferta y las tasas hipotecarias más altas moderan la demanda”, afirma Tom Bill, autor del informe.
Haciendo zoom sobre el Reino Unido, se aprecia que las zonas con precios más asequibles son las que han experimentado un mayor crecimiento de los precios, y que se espera que continue. Mientras tanto, los precios en el centro de Londres han caído un 14% desde julio de 2016, en gran parte debido un panorama fiscal adverso, pero agravado por la volatilidad política desde el resultado de las elecciones generales de junio de 2017.
Mientras, el mercado residencial si que ha tenido un desarrollo prácticamente lineal en cuanto a las operaciones en esto seis años, si se comparan con los seis años anteriores al referéndum. Entre julio de 2016 y mayo de 2022, se realizaron 7,24 millones de transacciones de viviendas en el Reino Unido, según datos de HMRC, lo que supone un aumento del 14,4% sobre el período equivalente, cuando se cerraron 6,32 millones de compraventas.
En el análisis solo del período 2016-2022, sí que se aprecia algún vaivén por la introducción de tasas por compra de segunda vivienda, y durante los periodos electorales del 2017 y 2019 se registró algún parón. Finalmente, el rápido descenso con motivo de la pandemia fue seguido por niveles de actividad sin precedentes, impulsado por la exención fiscal a la compra de vivienda, el llamado ‘stamp duty holiday’.
“La próxima etapa para el mercado de la vivienda es la normalización, un proceso que está resultando más gradual de lo que la mayoría de la gente esperaba”, agrega el experto de Knight Frank.
Pero no todo han sido flores, los problemas logísticos han causado interrupciones en la cadena de suministro y en el mercado laboral, sobre todo en el sector de la construcción de viviendas, que se han multiplicado por la pandemia.
El mercado hipotecario ha estado marcado por los bajos tipos de interés, y se ha mantenido prácticamente idéntico en la última década. El Banco de Inglaterra ha contribuido a mantener las tajas bajas por más tiempo, pero el actual panorama de inflación está suponiendo un cambio de rumbo para toda la economía mundial. “El aumento de los costes de la vida están suponiendo un problema global”, ha destacado.
Pero la compra de viviendas por parte de extranjeros sí que se ha notado un impacto desde el resultado del Brexit. La libra esterlina ha caído un 16 % frente al dólar estadounidense desde finales de 2016. Durante años, las perspectivas de una salida ordenada iban y venían, pero ha habido presión a la baja en los últimos meses, ya que el Banco de Inglaterra ha retrasado la subida de tipos.
“Esta bajada de la paridad ha impulsado la demanda entre los compradores extranjeros, incluso cuando las restricciones de viajes internacionales durante los últimos dos años han mermado la capacidad de ver el activo”, destacan. “Un comprador estadounidense en el centro de Londres se beneficiaría hoy de un descuento efectivo del 27% en comparación con antes del referéndum, teniendo en cuenta los movimientos de divisas y precios”, concretan.
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