La cerámica ha sido uno de los materiales más empleados por la humanidad a lo largo de su historia. Empleado para suelos y para embellecer los muros principalmente, esta segunda opción quedó recluida durante el movimiento moderno, el cual aboga por la simplicidad de los materiales.
Sin embargo, en los últimos años, algunos proyectos han retomado el uso de la cerámica para el revestimiento de sus fachadas, debido a su versatilidad estética y a la protección de las mismas. Asimismo, la elección del color y la textura puede mejorar la interacción entre el edificio y su contexto, generando un juego dinámico de luces y sombras. En San Francisco, una torre de la urbanización Mission Rock ha sido revestida de cerámica verde, cuyo color ha dado nombre al edificio.
Innovación y diseño verde
Verde es una imponente torre de 23 plantas diseñada por Studio Gang, que se ha convertido en un elemento destacado de la primera fase de la urbanización Mission Rock en San Francisco. Este rascacielos se distingue por su revestimiento de baldosas cerámicas verdes, que le confieren una vibrante estética, además de una fuerte conexión con el entorno natural de la ciudad.
El diseño de la torre presenta una base rectangular escalonada que alberga una torre desplazada hacia un lado, formada por una serie de volúmenes apilados. Esta disposición no solo aporta dinamismo visual, sino que también permite crear terrazas exteriores en cada nivel. Según el estudio, "las plantas de la torre están talladas en las esquinas para crear terrazas exteriores únicas en cada planta, cuya orientación aprovecha al máximo la luz solar y protege del viento, al tiempo que ofrece a los residentes vistas de la ciudad y de la bahía de San Francisco."
El edificio, que cuenta con 254 apartamentos, incluye servicios para los residentes distribuidos a lo largo de todas las plantas, así como locales comerciales en la planta baja y una terraza en la azotea. Las terrazas no solo maximizan la entrada de luz natural en los apartamentos, sino que también proporcionan un refugio del viento, algo crucial en una ciudad conocida por sus brisas frescas. Además, estas terrazas están conectadas a un sendero frente al mar, potenciando el estilo de vida de interior-exterior tan característico de San Francisco.
Sostenibilidad y adaptación al entorno
Uno de los aspectos más innovadores de Verde es su enfoque en la sostenibilidad. La base de la torre está elevada metro y medio sobre el nivel del mar, una medida esencial para proteger la estructura de la subida del nivel del mar y las inundaciones, una preocupación creciente en zonas costeras de San Francisco. Además, el edificio cuenta con un sistema de reutilización de aguas grises, que se utiliza para todas las necesidades no potables del complejo, lo que refleja su compromiso con la eficiencia en el uso del agua.
La torre también está diseñada para obtener la certificación LEED Gold, un estándar internacional de construcción sostenible que valora la eficiencia energética, el uso de materiales ecológicos y el respeto al medio ambiente. Este enfoque se refleja no solo en las terrazas y la conexión con la naturaleza, sino también en la infraestructura pensada para la vida urbana moderna. El edificio cuenta con 250 plazas de aparcamiento para bicicletas, fomentando el uso de transporte alternativo y reduciendo la huella de carbono de sus residentes.
Otro punto destacable es la integración urbana de Verde en la zona de Mission Rock, una de las principales áreas de desarrollo en San Francisco. La torre se erige como el "eje social central" de la urbanización, rodeada de otras estructuras importantes, como la torre residencial de MVRDV, el Visa Market Support Center de Henning Larsen y un edificio comercial diseñado por WORKac. Esta mezcla de arquitectura residencial, comercial y recreativa busca crear un entorno vibrante y multifuncional para la comunidad local.
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