Edificios emblemáticos que alguna vez fueron bastiones de la actividad financiera hoy en día albergan lujosas residencias que enriquecen tanto a la ciudad como a sus ocupantes, según los expertos Mickey Conlon y Tom Postilio de Compass. En medio de la incertidumbre que azota al mercado de oficinas comerciales y con la alta demanda de viviendas de lujo en la ciudad de Nueva York, la conversión de oficinas en complejos residenciales ha demostrado ser una solución práctica y rentable tanto para los promotores como residentes, afirman
“Tras el 11-S, oficinas en el Distrito Financiero de Manhattan comenzaron a ser transformadas en apartamentos, creando”, según Conlon, "un vecindario de un lugar que antes no se consideraba como tal". Lugares como el icónico edificio de 150 Nassau St., que alguna vez albergó a la American Tract Society, cambiaron su propósito a principios de 2000 para convertirse en sofisticadas viviendas.
Si antes las transformaciones de oficinas en viviendas se limitaban a edificios previos a la guerra o con valor histórico, ahora ya alcanza a inmuebles más modernos. Ejemplos recientes y exitosos incluyen la reconversión del antiguo cuartel general de Goldman Sachs en 55 Broad St. por la firma CetraRuddy Architecture.
Desafíos arquitectónicos y mucha creatividad
Convertir un edificio originalmente diseñado para oficinas en un espacio habitable no es tarea fácil. Según Conlon, uno de los mayores retos es cómo "lograr suficiente luz y ventilación para hacer que el edificio sea no solo habitable sino legalmente apto como residencia". La amplitud y altura de los techos comunes en estos edificios ofrecen grandes posibilidades, pero también presentan dificultades, como crear habitaciones habitables en espacios no convencionales y sortear obstáculos como columnas.
Uno de los ejemplos más impresionantes de esta creatividad en acción es la transformación de One Wall Street, el mayor proyecto de conversión del momento en la ciudad. El edificio, que una vez fue un gigantesco espacio comercial, ha sido rediseñado meticulosamente para albergar a casi 600 unidades residenciales.
Otro gran atractivo es la diversidad de opciones de ocio que se incluyen en estos desarrollos, muchas veces creadas para compensar la falta de infraestructura en esta zona de la ciudad. Desde spas para mascotas hasta simuladores de golf y áreas infantiles o para adolescentes, la vida en un edificio reformado se asemeja más a la vida en un pequeño resort urbano, ideal para los compradores que buscan confort y exclusividad, agregan los expertos.
Y la opción como inversión
Otra opción para este ‘nuevo’ mercado de las viviendas de lujo en Nueva York si estas propiedades serán una buena inversión a largo plazo. Postilio pone como ejemplo proyectos como 443 Greenwich St., conocido como el "dormitorio de las celebridades" han visto un aumento consistente en el valor de reventa, a pesar de las fluctuaciones del mercado.
Conlon destaca que muchas de estas transformaciones a menudo lideran el desarrollo en vecindarios emergentes, y quienes invierten antes en estos proyectos están apostando no solo por un hogar, sino por el futuro desarrollo de la zona. "Lo que los hace una buena inversión es que tienen un atractivo perdurable", concreta.
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