José Luis Suárez, de la escuela de negocios iese, asegura que en málaga hay muchas viviendas en stock de mala calidad o situados en zonas poco atractivas, por lo que estima que hay promociones que se tendrán que demoler porque son invendibles. "Todavía tenemos que ver eso en España, de hecho, ya ha habido precedentes de este tipo en otros países", apunta, para añadir que servirá para relanzar la actividad porque "no podemos esperar a vender la última casa en stock para volver a funcionar"
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13 Comentarios:
Las casas en España son de una pesima calidad.yo compre un piso en Canarias de nueva construcion y tenia humedades, lo vendi y compre un chalet pareado tambien de nueva construcion.Solo comparto una pared con los vecinos, pero es un calvario todo los dias; cada vez que cierran una puerta, suben o bajan las escaleras, tiran de la cadena o abren un grifo o mueven una silla, hablan por telefono etc... lo oigo y me despiertan cada noche.Tengo que subir el volumen de la tele a tope para poder seguir un programma.Y todo esto porque el cabron de promotor/constructor no ha puesto doble tabique entre las casas para ahorar asi espacio y forar se mas; eso si todo muy bonito; piso de marmol, ventanas climalit etc... cualidades de primera como anunciaban, jaja ,todo esta casa no vale nada porque o se puede vivir en ella por los ruidos.Y me imagino que España esta llena de estas cosas mal constuidas.Yo jamas volvere a invertir en España, mi proxima casa sera otra vez en mi pais que ahi por lo menos hay normas de construcion, las casas estan aisladas y no son para demolir despues de 10 años.
Completamente de acuerdo con el comentario nro.4
Por otra parte, demoler para crear demanda artificial en algo tan elemental como la vivienda me parece que debería éstar penalizado como delito (si es que no lo está de alguna manera, porque el código penal tiene muchos vericuetos).
Paul Krugmann, premio Nobel de economía, pasó unos días en Islandia para estudiar la forma como ese pequeño país ártico salió de su crisis avasalladora. Siguieron el camino correcto que otros también deberían haber seguido: dejaron quebrar a los bancos, pusieron en prisión a los banqueros y especuladores que practicaron desfalcos, reescribieron la constitución, garantizaron la seguridad social para evitar el colapso generalizado y consiguieron crear empleo. Consecuencia: el país salió del atolladero y es uno de los países nórdicos que más crece. El camino islandés ha sido silenciado por los medios de comunicación de masas mundiales por temor a que sirva de ejemplo a los demás países. Y así el carruaje, con medidas equivocadas pero coherentes, corre veloz hacia el precipicio.
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