El Pleno del Ayuntamiento del 29 de junio corroboró lo que hace una semana ya se vio en la Comisión municipal de Urbanismo. Los votos en contra de PP y Ciudadanos, junto a la abstención del PSOE, han supuesto que se desestime la iniciativa del Gobierno de Ahora Madrid para anular el plan parcial presentado por la Cooperativa Metropolitan para la remodelación de la zona conocida como las cocheras de Metro de Cuatro Caminos, que incluía levantar 443 viviendas.
Pese a que el proyecto no queda anulado, tampoco supone que quede aprobado ‘de facto’, por lo que se mantiene en un limbo administrativo hasta que el Ayuntamiento de Madrid mueva ficha. El futuro de los cooperativistas pasa por que todas las partes implicadas, es decir Ayuntamiento, Metro y cooperativistas, lleguen a un acuerdo de mínimos para tramitar el plan presentado o negociar un nuevo proyecto, que tampoco favorece a los nuevos dueños del terreno.
Los cooperativistas, en medio de la bronca política
En un tenso debate, todos los partidos se reprocharon su actitud y la falta de diálogo para llegar a un acuerdo, en el que quedan desprotegidos los 443 cooperativistas. PSOE y Ahora Madrid echan la culpa de todo a Metro Madrid, que no ha sabido adaptar la ficha del Plan General de Ordenación Urbanística de la zona a las características que exige el mismo, sobre todo, en lo relacionado con el soterramiento de las cocheras y vías del metro.
El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, reiteró que es Metro quien tiene que presentar un plan alternativo para el soterramiento de sus cocheras, puesto que el actual proyecto de colocar una losa de hormigón y poner una cubierta vegetal de 14.000 m2 no cumple con el PGOU de la zona, tras su modificación en el nuevo Área de Planeamiento Remitido a petición de la propia compañía de Metro para poder vender los terrenos de Cuatro Caminos.
“El Plan General exige la total eliminación en superficie de las cocheras mediante soterramiento (…) en este proyecto se trata una mera cubrición que eleva el terreno entre 3 y 6 metros sobre la rasante de las calles colindantes”, destacó el concejal de Urbanismo en el Pleno del Ayuntamiento.
El PSOE, por su parte, culpó a Calvo de no liderar las negociaciones para llegar a buen término y a Metro por solo pensar en conseguir dinero y los conminó a sentarse a negociar por el bien del proyecto y de la cooperativa. “Metro de Madrid es el que tiene que ceder para cambiar el proyecto presentado. Si no cede es que a lo mejor no le importa devolver el dinero a los cooperativistas y seguir como está", alegó la concejal socialista Mercedes González.
PP y Ciudadanos conminaron al Gobierno de Manuela Carmena a que vuelva a plantear al Pleno el futuro del proyecto de la Cocheras de Cuatro Caminos, y que proponga la estimación del proyecto presentado por la Cooperativa Metropolitan.
¿En qué situación se queda la cooperativa?
Sin embargo, Calvo también destacó que la desestimación del proyecto seguirá adelante mientras no se presente un nuevo plan rectificado, lo que supone que la situación entre si no se llega a acuerdo en una ambigüedad jurídica. “No se ha rechazado, pero tampoco ha salido aprobado. Lo que nos permite la tramitación del proyecto es que el Ayuntamiento nos atienda para empezar a estudiar el contenido del plan. Lo que están haciendo con esta actitud es no abrirnos la puerta, aunque les estamos tocando al timbre”, afirma Juan José Perucho, director general de Ibosa, la promotora que levantará las obras la cooperativa.
El retraso en la tramitación del plan parcial de Cocheras Cuatro Camino está llevando a los cooperativistas a un callejón sin salida. Los más de 400 cooperativistas tendrán que tomar una decisión difícil en diciembre: o pagan un nuevo plazo a Metro sobre la compra del terreno sin tener aprobado el proyecto de urbanización o se plantan, lo que supone la anulación del acuerdo con Metro.“El tiempo se nos acaba. Cualquier retraso supone prácticamente el fin de la cooperativa”, concreta el director general de Ibosa.
El concejal de Urbanismo alegó durante el Pleno una posible solución al problema “si el soterramiento de las vías se produce por el sur”, lo que supone hacer obras entre la calles Bravo Murillo y Pablo Iglesia y no como están ahora, al norte por debajo de Reina Victoria. Este planteamiento fue un proyecto que Metro estudió pero finalmente desestimó por la falta de recursos económicos.
Y continuó defendiendo que tramitar el proyecto daría pie a una denuncia ante los tribunales de caulquier ciudadano que sería perjudicial para la cooperativa.
“Cualquier rectificación del plan urbanístico, tal y como exige el Ayuntamiento, supondría presentar un nuevo proyecto que solo administrativamente supone otros dos o tres años de trámites. Mucho tiempo para un cooperativista”, destaca Perucho.
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