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Los proyectos de las cooperativas de viviendas en el centro de Madrid marchan a distinto ritmo y se enfrentan a diferentes retos. El residencial en la actual sede de Metro ha recibido el beneplácito del Ayuntamiento para levantar 216 viviendas; en Cuatro Caminos, la cooperativa Metropolitan ha presentado una modificación del plan que rebaja la cota de soterramiento de las cocheras de Metro que les permita construir 443 pisos. Mientras, los 355 cooperativistas de Raimundo Fdez. Villaverde aún esperan conocer el grado de protección del Taller de Artillería.

Los procedimientos urbanísticos para levantar viviendas en la capital sobrellevan un lento camino hasta la aprobación de sus planes urbanísticos. Expertos del sector lo achacan, por un lado, a la falta de funcionarios públicos para estudiar los proyectos presentados y aprobar los permisos de obras oportunos. Por otro lado, a que el actual gobierno local va con pies de plomo a la hora de aprobar cualquier actuación urbanística, dada la herencia recibida por los gobiernos anteriores.

Solo como ejemplo del actual panorama urbanístico de la capital hay que ver el camino que están pasando los distintos proyectos de las cooperativas de viviendas en el centro de Madrid:

El Residencial Andén del Retiro es el que tiene el futuro más despejado, después de que el Ayuntamiento de Madrid aprobara hace una semana el convenio urbanístico que permitirá levantar 216 viviendas en los actuales terrenos de la empresa pública de Metro de Madrid, según adelantó El Confidencial. La cooperativa que gestiona Domo Gestora ha tardado más de un año en recibir el ‘ok’ del consistorio municipal.

Domo Gestora se hizo con los terrenos por 28,8 millones de euros además de ser los constructores de la nueva sede de Metro de Madrid en la zona de Plaza de Castilla. La promoción con la que se hizo Residencial Andén del Retiro abarca cuatro parcelas, que suman aproximadamente 15.000 m2, con una edificabilidad residencial de 18.000 m2 y 13.000 m2 para uso terciario, manteniendo la sede de la Nave de Motores del Metro de Madrid.

Este es solo el primer paso de otros trámites burocráticos tras las cesiones en zonas verdes y equipamientos, se pasará al proyecto de reparcelación y el de urbanización, para luego solicitar la licencia de obras. Desde la cooperativa afirman que si todo sigue los trámites normales se podrán iniciar las obras a finales de 2017 y entregar las viviendas a finales de 2019, principios de 2020.

Por otro lado, la cooperativa Metropolitan en las cocheras de Metro Cuatro Caminos ha presentado ante el Ayuntamiento una modificación al proyecto inicial que supone, principalmente, rebajar la cota de soterramiento del techo de las cocheras a 707 metros de altura, respecto al nivel de mar. En este caso, Metro de Madrid ha cedido en sus pretensiones para que el proyecto siga a delante.

Porque en el caso de este residencial, que gestiona el Grupo Ibosa, el tiempo corre en su contra, o más bien, en contra de los cooperativistas. El próximo 17 de diciembre se cumple la prórroga dada por Metro para que los 443 cooperativistas paguen el segundo plazo por la compra de los terrenos, que ascendió a 88 millones de euros. Si el plan no sigue adelante y el Ayuntamiento desestima la iniciativa del proyecto presentado, los cooperativistas se pueden plantar y exigir a Metro la devolución del dinero apartado hasta ahora.

Con esta modificación de plan presentado el pasado viernes, aún se mantiene la esperanza. La comisión de urbanismo del próximo mes de noviembre tratará esta modificación, que cuenta con el apoyo de PP y Ciudadanos. PSOE ya votó en contra de desestimar el plan para las cocheras de Metro, por lo que Ahora Madrid se puede quedar solo si quiere volver a tumbar la iniciativa de la cooperativa.

Después de que el Pleno del Ayuntamiento del pasado mes de octubre desestimara una moción de urgencia presentada por Ciudadanos para que se tratara la estimación de este plan en el Pleno de noviembre, la decisión queda aplazada, como mínimo, al Pleno del Ayuntamiento de diciembre, después de que los cooperativistas hagan el pago del segundo plazo. Una auténtica apuesta para las 443 familias.

Finalmente, el Residencial Maravillas situado en la calle Raimundo Fernández Villaverde esperan expectantes a que la Comunidad de Madrid decida si el Taller de Artillería, que se ubica en los terrenos que compraron al Ministerio de Defensa por 111 millones de euros, tiene algún grado de protección urbanística.

El proyecto de esta cooperativa, también gestionada por Domo, se ha encontrado con el rechazo de asociaciones de vecinos y Ecologistas en Acción, que piden a las administraciones públicas que protejan los edificios construidos allí.

El principal problema surge con el llamado Taller de Artillería, construido en 1899. Estas asociaciones afirman que el edificio tiene que contar con un grado de protección que lo proteja, lo que supondría un cambio radical al actual proyecto residencial, que cuenta con demoler el edificio, que para los técnicos de la Comunidad de Madrid no tiene ningún grado de protección urbanístico actualmente.

El Ayuntamiento de Madrid ha paralizado la concesión de permisos de derribo del inmueble hasta que se aclare la situación. El último paso lo ha dado la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio que ha presentado documentos que demostrarían que bajo el Taller de Artillería se encuentra un refugio antiaéreo de la Guerra Civil, según adelantó El País. Si se confirma la categoría de Bien de Interés Patrimonial, el edificio no se podría derribar.

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