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El número de viviendas nuevas sin vender se situó en 476.938 unidades a cierre de 2017, una cifra que ya se sitúa en niveles previos al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Con respecto a 2016, el stock bajó un 3% y desde los máximos registrados e 2009, el stock se ha reducido un 26,6%, según datos del Ministerio de Fomento. Hay cinco zonas donde ya no queda obra nueva: Cantabria, Badajoz, Cáceres, Navarra y Vizcaya.

El año pasado el stock de obra nueva bajó a 476.938 viviendas, niveles que no se veían desde 2007, cuando el stock era de 413.642.

Por provincias, las que acumulan mayor stock sobre el total de stock nacional se sitúan en la costa mediterránea, así como Madrid y Toledo.

El stock acumulado disminuyó en todas las comunidades autónomas, excepto Canarias, Ceuta y Melilla. Las comunidades del País Vasco y Baleares destacan con caídas superiores al 10%. En las provincias de Baleares, Vizcaya y Guipúzcoa el stock acumulado disminuyó más de un 10%.

Tres comunidades autónomas acumulan el 49,98% del total nacional del stock de 2017: Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía. Por su parte Ceuta y Melilla, Navarra, Cantabria y Extremadura son las comunidades y ciudades autónomas con menor porcentaje de stock acumulado sobre el total nacional.

El stock sobre el parque total de viviendas

Si tenemos en cuenta el parque total de viviendas por provincias, el panorama cambia sobremanera. A nivel nacional, el porcentaje de stock sobre el parque de viviendas es del 1,86%. Por ejemplo, en Madrid, que es una de las provincias donde más obra nueva sin vender hay, el stock sólo supone un 1,39% del total del parque de viviendas, un porcentaje relativamente bajo.

En cambio, Castellón, con un 6,05% del total, Toledo, con un 4,97%, y Almería, con un 4,74%, son las provincias donde más obra nueva sin vender hay. En el lado contrario, se sitúan Hueva (0,65% del total), Guadalajara (0,68%) y Guipúzcoa (0,92%).

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