
¿Qué convierte un producto en leyenda? Imaginad a Marilyn Monroe entre las sábanas vestida con su particular camisón Chanel Nº5, el salto estratosférico de Red Bull o la caravana de furgonetas Volkswagen T1 y T2, en la apoteosis hippie del Verano del Amor californiano. En 1967, aquellos jóvenes no solo consagraron uno de los movimientos contraculturales más influyentes, también la furgoneta más mítica. Toda la gama, pero especialmente su evolución a la California de 1988, simboliza una forma de entender la vida y el viaje en libertad que se ha potenciado tras la pandemia: nos subimos a la casa con ruedas más molona de la mano de tres experimentados usuarios.

Familias montañeras
“Llevamos siete años saliendo todos los fines de semana a la montaña y a practicar deportes al aire libre”, explica Laura Velayos. A las pocas semanas del nacimiento de la pequeña Carla no se lo pensaron, la subieron a su California Beach, no sin antes haber acomodado un nido en su interior.
“Luchamos contra esa creencia limitadora de que cuando somos mamás o papás debemos cambiar nuestro estilo de vida”. Y de esa idea salió su proyecto Mini Explorers, donde Velayos comparte experiencias “para que la gente sepa todo lo que se puede hacer y disfrutar con un niño pequeño con el senderismo, subiendo a una montaña o practicando deportes al aire libre”. Vivencias que relata en su blog de escapadas y equipamiento para vivir aventuras con niños, donde también ofrece el curso Empieza tu vida camper, que “ayuda a elegir la furgoneta que mejor se adapta a tu modelo de vida”, explica.
“La furgoneta nos ha permitido aprovechar el tiempo libre y reafirmado en la necesidad de vivir en el monte”. De hecho, esta familia madrileña decidió recientemente trasladarse a Mataelpino, pequeña población a los pies de la vertiente meridional de la sierra de Guadarrama, desde donde parten cada fin de semana en busca de nuevas experiencias, con el aliciente de dormir en el hotel con mejores vistas a la naturaleza.

Recorriendo el mundo
Para Íñigo Mendía su furgoneta ha sido la vivienda con la que ha recorrido países durante diez meses al año desde 2018. Este donostiarra entró en contacto con el mundo camper durante una larga estancia en Australia con su pareja italiana de entonces, a su regreso recuperó durante un tiempo su vida más convencional, pero el algo seguía removiéndose por dentro.
“Decidí cumplir ese sueño de vivir viajando en mi furgoneta”. Y así lo hizo hasta que los ahorros se lo permitieron, pero ya no había vuelta atrás: “Entonces pensé que si quería seguir viviendo como me gusta, debía generar ingresos online”.
Su libro Cómo vivir y viajar en furgoneta, se ubica entre los más vendidos en su categoría de Amazon desde su lanzamiento en 2019. Tan solo uno de los proyectos de Viajando Simple, un blog que completa con la edición de tres canales de podcast y, recientemente, el documental Alma nómada, donde se recoge el testimonio de “once almas nómadas que viajan en distintos vehículos camper como forma de vida”. “Es gente con ganas de vivir viajando que toma una decisión coherente, no tiene nada que ver con la necesidad o la falta de oportunidades”, explica.
De hecho, asegura que entre los protagonistas de este documental “ninguno pudo contarme algún inconveniente, porque su ansia de libertad lo justifica todo. Se sienten muy libres y una vez que lo pruebas, engancha”.
Seis furgonetas han pasado por la vida de Mendía, las dos últimas Volkswagen camperizadas muy parecidas a la California, a la que ahora se suma otra más en cuya restauración trabaja. Con ellas “he estado dónde quería y cuándo quería”.

Vacaciones en libertad
Xavier Barranco, su mujer e hija se perderán este verano por el sur de Francia. Desde que hace siete años compraron una VW Westfalia de 1973, este tipo de escapadas forman parte de la programación veraniega familiar.
“Me ha enseñado a disfrutar más del viaje, a vivirlo con tranquilidad. Con un vehículo así no hay prisa ni planes, se disfruta del paisaje y se improvisa el recorrido en función de lo que te apetece en cada momento”. Lo explica el presidente de la Associació d’Amics del VolksWagen de Catalunya, una veterana asociación que el próximo año cumplirá 40 años.
Este coleccionista de modelos históricos de la marca alemana –entre los que, por supuesto, se encuentra un no menos mítico ‘escarabajo’–, asegura que es la amplitud interior lo que más destaca de su Bulli: “Pueden dormir hasta cuatro personas cómodamente, se nota que el diseño es alemán”, justifica riendo. El comentario no es baladí para este usuario obligado a acomodar sus casi dos metros de altura, algunos años durante casi un mes de vacaciones.
Una vez más, “libertad” es la palabra recurrente cuando Barranco trata de explicar su experiencia durante las vacaciones. Una libertad de circulación que reclama a las autoridades para que las nuevas normas sobre circulación y control de emisiones contaminantes, contemplen excepciones para estas unidades que “se utilizan de un modo muy ocasional, de otro modo, este patrimonio que los aficionados preservamos se perderá, por no hablar de los miles de artesanos del motor que viven de ellos”.

El secreto de su éxito
Aunque el modelo California se presentó en 1988, en realidad los usuarios llevaban años camperizando las sucesivas versiones del mítico Bulli, nacido en los pasados años 50 con el nombre de Volkswagen Transporter T1, como un vehículo industrial de pequeño tamaño.
Pero, ¿cuál es el secreto de un modelo alabado durante siete décadas en sus diferentes reinvenciones? Se lo preguntamos a Alex García, director de Marketing de Volkswagen Vehículos Comerciales en España: “El Bulli es probablemente el modelo con mayor simbolismo y más reconocible de toda la historia del automóvil. Cuando nació se convirtió en un símbolo de libertad y así se ha mantenido durante las siguientes generaciones. Fue recibido por el público como un auténtico vehículo camper, para disfrutar de la naturaleza adelantándose a su tiempo y como precursor de una tendencia que no ha dejado de crecer”.
De hecho, asegura que en los últimos años el vehículo camper no ha dejado de ganar adeptos. “A raíz del Covid-19, la notoriedad de este tipo de vehículos se incrementó notablemente, debido al alza de la demanda de clientes que buscaban una forma segura de viajar”. Una demanda tal que llevó a agotar las reservas y los alquileres, explica.
En su opinión, el secreto de su éxito es que “con el paso de los años, el Bulli ha ido adaptándose a los tiempos, incorporado las últimas innovaciones, pero sin perder su esencia”. Reto que también ha abordado en la actual revolución de la movilidad ecológica: “En la era de la electrificación, la conectividad y la digitalización, hemos reinterpretado este icono dotándole de los atributos que nos está pidiendo el cliente. Así nace el ID. Buzz, un modelo 100% eléctrico con el que abordamos una nueva movilidad libre de emisiones. Un modelo capaz de seguir transmitiendo la imagen de libertad de aquellas primeras generaciones y con el que esperamos seguir escribiendo esta historia de éxito”.
Como usuaria, Velayos destaca su “versatilidad”: “Al resto de furgonetas no las puedes convertir en lo que tú quieres”. Con una filosofía más austera, considera que “su éxito está en que se adapta a la perfección como coche del día a día y de fin de semana, sin obligarte a tener un segundo vehículo, como ocurre con otras furgonetas”.
Mendía destaca su distribución interior de cama, sofá y cocina a un lado, “es sencilla pero ha demostrado que funciona”. Pero sobre todo alaba su calidad, “se siguen vendiendo californias de los años 90 porque la gente sabe que son buenas, que duran muchísimo porque los materiales son excelentes”.
Estrella del mercado camper
De hecho, las furgonetas de Volkswagen son una pieza codiciada en el mercado de segunda mano. Barranco explica que algunos de los modelos originales de la T1 bien conservados “pueden llegar a alcanzar los 100.000 euros. En los últimos años su precio también ha aumentado por la demanda de los alemanes, que después de años vendiendo, ahora quieren recuperar parte de ese patrimonio de vehículos de los años 60”.
A los interesados en adquirir alguno modelo clásico, les advierte sobre la especulación del mercado: “Para escapar a ese pirateo, que alguno hay, recomiendo ir a los talleres especializados y a las tiendas de referencia”.
Siempre se puede optar por un vehículo nuevo. Según datos de Volkswagen en 2019, último año en el que el mercado no se vio condicionado por el efecto pandemia, las compras de campers se incrementaron el 25%. Y además entre un público cada vez más amplio: “El denominador común es la atracción por la naturaleza, el deporte y la vida al aire libre, pero es muy variado en cuanto a la edad, el estado civil, etcétera”, explica García.
Para que el Bulli siga siendo referente del segmento Premium del mercado, “la California estrenó en su última generación un frontal rediseñado y un interior con nuevos elementos que incrementan el confort de los ocupantes. El nuevo modelo avanza también en el área de la digitalización y ofrece mejoras técnicas que proporcionan mayor confort de conducción”, concluye García.
2 Comentarios:
El sueño de muchas personas que algunas consiguen que sea una realidad: libertad para viajar a dónde quieras sin preocuparte de dónde dormir al llegar la noche.
Espero poder hacerlo alguna vez.
Gracias por el artículo!
En cuanto nos jubilemos toda la generación baby boom no va a haber camper para tanto nómada por esas carreteras! :) Espero que para entonces la gasolina no esté a precio de oro y que este sueño no sea un lujo inalcanzable! Interesante artículo!!
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