La Dot House, como ha sido llamada por sus creadores, el estudio de arquitectura Boano Prišmontas, conjuga diseño, confort e independencia. Estos elementos se unen en esta casa modular de fabricación digital. Fue realizada en 2021 para ser instalada en un lugar en el norte de Londres, con unos acabados perfectos, que la convierten en una estancia ideal para el trabajo, el estudio o el ocio.
La pequeña casa se relaciona con otros proyectos del propio estudio, formado por los arquitectos Tomaso Boano y Jonas Prišmontas, como el Studio LP o la cubierta del Langley Vale.
La Dot House se compone de dos espacios diferenciados: el salón principal y el baño. Ambos están separados y conectados por una puerta corredera de madera contrachapada realizada a medida.
El salón incorpora una micrococina, lo que permite crear un espacio bastante pequeño pero habitable, independiente y autosuficiente respecto a la vivienda principal, ideal para visitas, familiares e invitados. Asimismo, el salón también está concebido como una unidad multifuncional y flexible, proporcionando una estancia auxiliar para trabajar o relajarse, como sala de estudio o entretenimiento.
El salón está conectado al jardín por una puerta de 3 metros de ancho, que permite establecer una conexión visual con la casa principal. Esta relación permite establecer un diálogo entre los espacios internos de la Dot House y el jardín que lo envuelve así como con la vivienda principal. El cuarto de baño, oculto tras la puerta corredera, se abre a un micro vestíbulo iluminado con una claraboya; a ambos lados del mismo, se encuentra el inodoro y la ducha.
Los materiales y las tonalidades de los interiores se han cuidado hasta el mínimo detalle para conseguir unos acabados estéticos y armónicos con su espacio. El techo está compuesto de madera contrachapada de abedul FSC entrecruzadas y el suelo está alicatado con baldosas de hormigón. Las paredes están cubiertas con paneles de madera contrachapada laminada mientras que, las paredes del baño, son de baldosas de terrazo.
Con estos materiales, se ha pretendido encontrar un equilibrio entre las superficies visibles de las paredes, el tono natural del contrachapado de abedul del techo y la intrigante textura de las baldosas de terrazo del baño. De la misma manera que estética, la vivienda tiene calefacción por suelo radiante controlada por sensor de termostato que le otorga el confort necesario.
Hacia el exterior, la Dot House está revestida con paneles ondulados de fibrocemento negro. Esta solución es ideal como alternativa a la madera carbonizada ya que implica muy poco mantenimiento, una de las demandas del cliente.
El proceso de construcción de la Dot House también es sumamente interesante. Fue prefabricada por completo en Londres, en el taller de Boano Prišmontas. Está elaborada con un chasis de madera contrachapada a medida donde se incorporan agujeros precortados para distribuir la instalación eléctrica y todos los conductos.
Tiene una superficie de 49 m2, aunque, por su estructura modular, puede adecuarse a las necesidades del cliente. De esta forma, esta pequeña casa hace gala de una gran versatilidad y adaptabilidad al espacio de cualquier jardín.
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