Grecia es uno de esos lugares en los que se puede encontrar todo lo necesario para disfrutar de unas vacaciones maravillosas: desde antiguos monumentos que nos recuerdan que la civilización occidental nació en aquel pequeño país rodeado de mar frente al Mediterráneo hasta las fantásticas playas de arenas blancas y finas donde el cielo se une con el mar creando un paisaje fantástico. Si, además, esas vacaciones las podemos disfrutar en una vivienda como Monolithus, diseñada por el estudio local Kapsimalis Architects, como alojamiento para turistas y visitantes, en la isla griega de Santorini, el éxito está más que asegurado.
En esta ocasión, el diseño sorprende, sobre todo, por el modo en el que se inspira en los elementos naturales. Y no nos referimos solo a la belleza del paisaje en la que se encuentra, que es realmente exuberante, sino porque el estudio concibió este diseño como si se tratara de una gran pieza de roca volcánica que se ha visto erosionada durante y moldeada por la acción de los elementos de la naturaleza.
Para lograr este característico aspecto exterior, se ha jugado con formas monocromáticas y geométricas, que alcanzan aquí su máxima expresión. Con su pétrea solidez, este "monolito hecho por el hombre" es en realidad un bloque de hormigón de 20 por 20 metros. No obstante, no desentona con el paisaje, sino que, al contrario, su aspecto encaja a la perfección con los colores del suelo, como si de verdad fuese una roca que siempre hubiera estado allí desde los albores de los tiempos.
El conjunto se compone de cuatro habitaciones, con una estructura principal. Fuera de ella, encontramos otros edificios entre jardines y patios sombreados por altos muros. Estos se ubican sobre una base cuadrada, y sirven como habitaciones complementarias, aunque también contienen algunos elementos de cocina. La disposición de los diferentes edificios en forma de V, logra que cada uno de los espacios se conecte a sus propios patios privados en las que se abren otras tantas piscinas.
En este espacio exterior, inspirándose en la tradición de la arquitectura clásica, pero dándole un matiz contemporáneo, encontramos unas columnas de acero que soportan marquesinas de metal perforado que dan sombra a las áreas de descanso junto a las piscinas, mientras que un área de asientos al aire libre se encuentra cerca en un círculo hundido pavimentado con adoquines.
La sala de estar y el comedor principal hacia el oeste están envueltos por una terraza más grande que se conecta con el frente de la casa, donde una escalera conduce a un salón subterráneo. Arriba, una forma curva y dando una imagen erosionada, alberga un dormitorio adicional con un techo abovedado, que se abre a una terraza elevada con vista al paisaje circundante.
En el interior, los espacios han sido diseñados para sentirse como refugios cavernosos, con paredes angulares blancas que también fueron diseñadas para parecerse a espacios que han sido tallados en una roca monolítica. Para completar el conjunto, destacan los muebles hechos a mano hechos de hormigón, piedra negra, mármol, madera, hierro, terciopelo, arcilla y vidrio se colocan diligentemente en los espacios interiores y exteriores.
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