Situada en el límite de la impresionante reserva natural de Česky Kras, al suroeste de la cautivadora ciudad de Praga, emerge majestuosa la Casa de mi Luna. Este refugio, diseñado por el prestigioso estudio de arquitectura Studio Circle Growth, es un ejemplo sobresaliente de la fusión perfecta entre la tradición checa y la modernidad. Esta bonita casa se integra armoniosamente con la arquitectura vernácula local, rindiendo homenaje a sus raíces gracias a su icónico tejado a dos aguas y los aleros redondeados que evocan el encanto de las construcciones de antaño.
No obstante, al cruzar su umbral, nos encontramos con un contraste sorprendente: el interior de la vivienda deslumbra con un diseño vanguardista y elegante. En un giro audaz, los arquitectos han optado por un enfoque contemporáneo que se caracteriza por la luminosidad, la apertura y una organización orgánica de los espacios. Esta casa minimalista se erige sobre cimientos de paneles prefabricados de paja y madera, una elección que no solo resalta su sostenibilidad, sino que también permite un montaje eficiente en el lugar.
En su afán por honrar la riqueza de los recursos locales, se utilizaron materiales autóctonos en la construcción, destacando una base de tablones de alerce y un revestimiento de cal en el exterior. Además, el techo está cubierto con las clásicas tejas tradicionales conocidas como bobrovka, que aportan un toque de autenticidad y belleza a la edificación.
El interior de la casa se despliega en una impresionante zona de estar de planta abierta, que engloba la cocina y el comedor. Esta área, además de ser espaciosa, emana calidez y comodidad, con una escalera que agrega un toque de elegancia y una chimenea revestida de azulejos de vidrio que rinde homenaje a las históricas estufas de la región.
Un diseño inteligente que maximiza la luz natural
Pero más allá de su estética, la Casa de mi Luna se destaca por su inteligente diseño. La escalera, un elemento central y escultural, no solo conecta los dos niveles de la vivienda, sino que también delinea las distintas zonas funcionales de la planta baja, creando un espacio que es a la vez abierto y perfectamente interconectado.
“Toda la crujía central de la casa está abierta, permitiendo que el lugar donde se conecta verticalmente la casa respire y se bañe de luz. La escalera se convierte así en un elemento central que no sólo conecta los dos niveles, sino que separa la planta baja en zonas funcionales distintas pero abiertas e interconectadas”, explican desde el estudio.
En cuanto a los acabados, las paredes internas de la planta baja están revestidas con estuco blanco, proporcionando un contraste fresco y luminoso. En contraposición, el nivel superior se embellece con láminas de contrachapado de pino que sutilmente se ajustan a la curvatura del techo arqueado, añadiendo un toque de calidez y naturaleza a la atmósfera interior.
La Casa de mi Luna es una obra maestra que no solo resalta la armonía entre la tradición y la modernidad, sino que también abraza la sostenibilidad y la conexión con la naturaleza. Su diseño cuidadosamente planificado no solo encanta a la vista, sino que también ofrece un espacio que invita a la vida en comunidad y la apreciación de la belleza local, lo que la convierte en un verdadero tesoro en el corazón de Česky Kras.
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