Tras Atenas, estos datos convierten a Lisboa en el segundo mercado que más ha subido sus costes
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Lisboa
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El precio de las viviendas en Lisboa se elevó un 5,8% en noviembre, hasta alcanzar el récord de 5.426 euros el m2, en parte debido al incremento de inversores extranjeros, que se han visto atraídos por los incentivos aprobados por el gobierno portugués. Tras Atenas, estos datos convierten a Lisboa en el segundo mercado que más ha subido sus costes.

El mercado inmobiliario en la capital portuguesa ya se encuentra por encima de Milán, Madrid y Berlín, con un incremento del 30% en los últimos cinco años. Esto, unido a las subidas de tipos, ha generado que adquirir una vivienda sea imposible para muchos lisboetas.

El Gobierno portugués ha comenzado a tomar medidas al respecto. En primer lugar, ha eliminado las golden visa, además de reducir los incentivos fiscales para los nuevos residentes. Sin embargo, estas decisiones no parecen estar teniendo demasiado efecto, ya que los inmuebles continúan a precios más bajos que en otras ciudades como París o Zurich.

La capacidad de compra de los europeos se ha visto reducida en los últimos tiempos, sobre todo tras el fin de la era del dinero barato. Así, ciudades como Atenas han sufrido incrementos anuales de cerca de 12%, mientras otras como Estocolmo registran subidas del 5%. Los precios en Madrid se elevan en cerca del 3%, al igual que en Milán, y París es una de las únicas que registra descensos de más del 6%.

La inversión extranjera creció tras la crisis

Lisboa cobró protagonismo para la inversión extranjera tras sufrir un rescate internacional en 2014, que también llevó al gobierno a aprobar las golden visa, que permitían obtener la residencia tras realizar una inversión inmobiliaria de 500.000 euros, además de exenciones fiscales para promover la compra de inmuebles.

Durante la recuperación del país tras la crisis inmobiliaria, cientos de compradores extranjeros llegaron a la capital de Portugal atraídos por los precios bajos. Entre ellos se encontraba Clade Berda, fundador del grupo AB, que en 2016 se asoció con el inversor local Jose Cardoso Botelho para comprar su primer terreno en la ciudad.

Así, ambos pusieron en marcha Vanguard Properties y han desarrollado decenas de edificios residenciales en Lisboa. En muchos casos, la alta demanda generó que estos edificios se vendieran incluso antes de construirse. Esta falta de stock se ve agravada por los largos plazos que pasan hasta que se logra una licencia de construcción en la ciudad, que pueden alcanzar hasta los ocho años.

La cantidad de viviendas disponibles en Portugal alcanzó mínimos de 15 años en 2022, según datos de Confidencial Imobiliario, con tan sol un 2% del total asociado a inmuebles de carácter social, lo que supone uno de los datos más bajos de toda Europa. Los salarios portugueses también se encuentran entre los más bajos del continente, algo que hace imposible para la mayoría adquirir una vivienda.

Con una bajada en las ventas del 22% en los primeros seis meses del año, el Banco Central de Portugal avisa de un posible cambio de tendencia que obligaría a las entidades a prepararse para posibles pérdidas.

Asimismo, la situación no ha hecho sino generar una mayor desigualdad en la población que está aumentando la tensión social, con protestas en muchas ciudades del país vecino. Por su parte, el gobierno ha prometido aumentar la cantidad de viviendas sociales existentes, además de finalizar los incentivos para extranjeros.

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