La historia de la arquitectura nos demuestra la existencia de fases de inspiración con el pasado y de ruptura, que se suceden y repiten en el tiempo. La arquitectura actual no será una excepción, y siempre hay ejemplos que se inspiran en las formas tradicionales, pero reinterpretándolas para adaptarlas a las necesidades y estilos de vida modernos.
En las regiones forestales de Ontario, la clásica cabaña en forma de A ha sido durante mucho tiempo un símbolo de refugio en la naturaleza, y su forma característica se ha convertido en una parte esencial del paisaje local. El estudio canadiense Dubbeldam Architecture + Design ha tomado esta tipología clásica y la ha transformado en una versión contemporánea con la creación de Bunkie on the Hill, una cabaña que destaca por su diseño innovador y su conexión con el entorno natural.
Diseño dividido y geométrico
Ubicada en una ladera boscosa con vistas a un lago en Muskoka, Bunkie on the Hill es una cabaña de 93 m2, diseñada como un refugio tranquilo para una familia multigeneracional. Se sitúa a lo alto de una colina, en medio de un conjunto de cabañas familiares, proporcionando un espacio íntimo para reconectar con la naturaleza. Su diseño, ideado por Dubbeldam Architecture + Design está marcado por un tejado dividido, lo cual es una versión contemporánea de la clásica estructura en forma de A, pero con una interpretación más angular.
El techo, que se desplaza hacia los lados, divide uno de los hastiales en dos, lo que no solo otorga una estética moderna, sino que también crea aberturas para ventanas geométricas que permiten vistas cuidadosamente encuadradas del entorno, incluidas las copas de los árboles y el lago. Estas aberturas no solo aportan luz natural, sino que también proyectan sombras dramáticas que se reflejan en los ángulos del interior.
«El diseño del tejado dividido presenta dos hastiales que se cruzan y crean oportunidades para aberturas de ventanas donde los volúmenes del tejado se separan», explicó el estudio. El contraste entre las fachadas es evidente: mientras que los lados norte y este son más cerrados, orientados hacia el bosque, la fachada sur está completamente acristalada y enmarca vistas del lago, creando una relación más directa con el entorno natural.
Integración con materiales naturales
El uso de materiales naturales fue clave para lograr la integración visual de Bunkie on the Hill con el entorno boscoso. El revestimiento exterior está compuesto por madera de cedro grisácea, que con el tiempo se fundirá aún más con el paisaje. Este material se complementa con un tejado metálico de junta alzada que, además de su estética moderna, proporciona eficiencia energética.
El acceso a la cabaña se realiza a través de una entrada lateral enmarcada por una pantalla de cedro, que añade calidez y contraste con el resto del revestimiento exterior. "Las lamas de cedro se animan con la luz de poniente, siempre cambiante, que se filtra por sus aberturas", describe el estudio, resaltando cómo los materiales utilizados generan una conexión más profunda entre la cabaña y su entorno natural. Además, los materiales se seleccionaron no solo por su belleza, sino también por su capacidad para patinarse con el tiempo, lo que permite que la cabaña se integre aún más en el paisaje natural a medida que envejece.
En el interior de la cabaña, los suelos de roble se combinan con paredes blancas y listones de cedro rojo que se elevan hasta el techo abovedado, creando un ambiente acogedor. A pesar de sus dimensiones compactas, la cabaña está diseñada para ser funcional, con estanterías y bancos empotrados que maximizan el uso del espacio. En el lado norte, una escalera de madera contrachapada de arce conduce a un altillo, donde los ocupantes pueden disfrutar de una vista elevada del lago.
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