Nadie pone en duda el potencial de Panamá en la región americana, aunque los inversores con mejor olfato empiezan a oler que algo no va bien en el país centroamericano. Con un crecimiento económico líder en América Latina, el país ha visto cómo las inversiones no han frenado su crecimiento en los últimos años. Una parte importante del dinero se ha invertido en ladrillo, por lo que el mercado inmobiliario ha crecido mucho más rápido que otros sectores.
Las construcciones más perjudicadas por este exceso son los hoteles de lujo y los edificios de oficinas. Según un estudio de Lodging Econometrics, la oferta de oficinas en Panamá se ha multiplicado por tres en cinco años, mientras que entre 2012 y 2013 la disponibilidad de habitaciones en hoteles de lujo aumentó un 61%.
Y si los datos de la oferta inmobiliaria impresionan, los de la ocupación no son menos. En lo que va de 2014, la tasa de ocupación de los hoteles panameños ha caído hasta el 49,9% (en 2008 era de 72,5%), explican desde la agencia Smith Travel.
Pese a que las cifras macro de Panamá siguen animando a los inversionistas de todo el mundo, algunos propietarios e inversores temen que las bajas tasas de ocupación se mantendrán durante varios años más. Es lo que tiene el crecimiento descoordinado: la constructora local Bern detalla que desde 1978 han construido 130 proyectos residenciales y comerciales. “Demasiada gente empezó a construir lo mismo sin hablar entre sí”, aseguran.
Quizá el ejemplo de los ejemplos para la situación panameña es la torre F&F. De las 52 alturas, 243 metros de alto y 50.000 m2 de la construcción, solo el 62% está ocupado y los alquileres han bajado un 10% desde 2012. Eso sí, la constructora consiguió vender el edificio completo, principalmente a inversores locales y venezolanos.
Estos son los edificios más altos de Ciudad de Panamá:
Torre Trump Ocean Club International, 293 metros
Torre Vitri, 281 metros
Torre Bicsa, 267 metros
Torre 'The Point', 266 metros
Torre Arts, 264 metros
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