Estos productos quedarán muchos meses almacenados, por lo que hay que seguir unas recomendaciones para su mantenimiento.
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Con el fin del verano, es esencial saber cómo guardar adecuadamente tus hinchables de playa para mantenerlos en perfecto estado y listos para el próximo año.

Se trata de productos que usamos durante un corto periodo del año y que, por lo tanto, permanecen guardados y sin usarse mucho tiempo. Es por eso que es importante tratar su limpieza y almacenamiento correctamente. Descubre cómo guardar los hinchables de playa que hayas usado en verano.

Limpieza adecuada de los hinchables

Antes de guardar tus hinchables para playa, es crucial limpiarlos profundamente para eliminar restos de arena, sal y cloro. Utiliza agua y un jabón suave, asegurándote de sacudirlas bien para eliminar cualquier grano de arena.

Es importante prestar atención a los pliegues y rincones donde se puede acumular suciedad, ya que estos pueden ser puntos de deterioro si no se limpian adecuadamente. Asegúrate también de enjuagarlos bien con agua dulce para quitar cualquier residuo de jabón, lo cual podría afectar el material si se deja secar.

Una vez que estén limpios, déjalos extenderse en un área que esté a la sombra y bien ventilada para que se sequen completamente. Evita la exposición directa al sol, ya que los sus rayos pueden dañar el material y descolorar los colores vivos de tus hinchables.

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Secado completo para prevenir el moho

Es fundamental secar completamente los hinchables al aire libre tras su uso. Evita el uso de secadores de aire caliente o toallas, ya que pueden dañar el material. Un buen secado previene la formación de moho y malos olores y asegura que los hinchables estén listos para su próximo uso.

Si ya se ha formado moho, puedes utilizar una solución de agua con vinagre blanco en proporción de 1:1. Aplica la solución directamente sobre las áreas afectadas y deja actuar durante al menos 30 minutos. Posteriormente, frota suavemente con un cepillo suave para no dañar el material y enjuaga con abundante agua limpia. Asegúrate de secar completamente el hinchable en un área bien ventilada y a la sombra para evitar la reaparición del moho.

Desinflado correcto de los hinchables: evita una presión excesiva

Desinfla completamente los hinchables para evitar deformaciones durante su almacenamiento. Utilizar una bomba de aire con función de desinflado facilitará este proceso y te asegurará que todo el aire sea expulsado, protegiendo la estructura y forma del hinchable. Un desinflado adecuado es esencial para mantener la integridad del material y asegurar que esté listo para su próximo uso.

Es importante doblar cuidadosamente el hinchable una vez desinflado, evitando dobleces bruscos o apretados que puedan causar pliegues permanentes o daños. Guarda los hinchables en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes directas de calor y luz solar, para prolongar su vida útil y mantenerlos en óptimas condiciones hasta la próxima temporada de verano.

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¿Cómo proteger los hinchables?

Para asegurar que tus hinchables de playa se mantengan en perfecto estado, es crucial protegerlos adecuadamente durante su almacenamiento. Utilizar fundas protectoras es una excelente opción para mantenerlos libres de polvo y otros posibles daños. Estas fundas no solo protegen contra la suciedad, sino que también previenen el deterioro causado por la humedad y los insectos.

Además, considera el uso de contenedores de malla o cajas selladas que ofrecen una protección adicional y ayudan a optimizar el espacio de almacenamiento. Aunque puedes usar cualquier caja que tengas a mano, asegúrate de que sea lo suficientemente grande para evitar doblar los hinchables de manera excesiva, lo cual podría dañarlos. Si optas por contenedores de malla, estos permitirán una mejor ventilación, evitando así la formación de moho y malos olores.

¿Dónde guardar los hinchables?

El lugar donde decides almacenar tus hinchables de playa es tan importante como la forma en que los proteges. Es fundamental guardarlos en un lugar fresco y seco, lejos de cualquier fuente de calor directo como radiadores o la luz solar directa. Las temperaturas extremas pueden deformar y deteriorar el material con el tiempo, reduciendo significativamente la vida útil de tus hinchables.

Evita también las áreas propensas a cambios bruscos de temperatura o humedad, como áticos o garajes sin climatizar. Un armario interior o un sótano bien ventilado pueden ser opciones ideales para mantener tus hinchables en condiciones óptimas. Recuerda siempre verificar el estado de los hinchables antes de volver a usarlos, asegurándote de que estén limpios y sin daños.

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Revisión periódica y mantenimiento

Es fundamental realizar una revisión periódica del estado de los hinchables que hemos almacenado. Esta práctica no solo ayuda a detectar a tiempo cualquier signo de deterioro o daño, sino que también permite tomar las medidas necesarias para su reparación.

El proceso de revisión debe incluir la comprobación de posibles rasgaduras, agujeros o desgastes en las costuras. Es importante examinar cada parte del hinchable, especialmente aquellas que están constantemente en contacto con el agua y la arena, ya que son más susceptibles a sufrir daños. 

En caso de encontrar algún problema durante la revisión, existen kits de reparación específicos para este tipo de productos que pueden ser muy útiles para solucionar pequeños pinchazos o rasgaduras. 

Como guardar una piscina hinchable

Para guardar una piscina hinchable correctamente, comienza por vaciarla completamente y limpiarla a fondo. Utiliza agua y un detergente suave para eliminar cualquier suciedad, residuos de cloro, o algas que puedan haberse acumulado. Asegúrate de enjuagar bien para que no queden restos de jabón.

Después de la limpieza, seca la piscina completamente con toallas o déjala al aire libre en un lugar seco hasta que no haya humedad en ninguna parte. Esto es crucial para evitar la formación de moho o malos olores durante el almacenamiento.

Una vez seca, desinfla la piscina cuidadosamente y dóblala de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Guárdala en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y de fuentes de calor. Almacenar la piscina en su caja original o en una bolsa resistente ayudará a protegerla de daños y prolongará su vida útil.

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