Si tienes una casa en el campo es muy probable que también incluya una porción de suelo que esté inutilizado. Una de las opciones para aprovechar este espacio es cultivar tus propios alimentos e incluso criar algunos animales. Basta con media hectárea para abastecer tu casa con los alimentos necesarios.
Para el que disponga de un terreno y haya pensado en crear una granja autosuficiente, hay algunos factores que conviene evaluar antes de empezar el proyecto. Según explicaba John Seymour en su libro La vida Autosuficiente y cómo vivirla, las cuestiones a tener en cuenta son las siguientes.
Tener una vaca lechera
Al crear una granja este es uno de los dilemas que nos vienen antes a la mente. La vaca lechera es un animal rentable que aporta muchos beneficios a la casa y a la propia granja. Para empezar, su estiércol es un fertilizante natural y ecológico que nos evita comprar tantos productos artificiales. Además, la leche fresca resulta mucho más saludable que la leche pasteurizada y no sólo para la familia, sino que el resto de los animales también se benefician por consumir el suero de la leche.
Durante los meses de invierno la vaca debe estar en el interior, por lo que es necesario comprar heno, al menos una tonelada.
Si prefieres comprar una cabra no tendrás tanto suministro de suero y abono, pero por otro lado el consumo de heno y paja también será menor.
Cómo dividir el campo
La mitad de la superficie podemos destinarla a hierba, y de esta parte, mitad serían pastos permanentes para los animales. A menudo pasado un tiempo la hierba sufre sobrepastoreo y entonces es necesario cambiar la vaca de lugar. Al dejar descansar la hierba por un tiempo permitimos que crezca mejor y pueda volver a utilizarse. Este proceso de rotación es importante a la hora de aprovechar al máximo una granja autosuficiente.
La otra porción del terreno se destina al cultivo intenso de forma rotativa. Dividimos el área en cuatro parcelas, de las cuales una se destina a la grama (durante cuatro años) y las otras a diferentes productos como pueden ser patatas, legumbre y vegetales de raíz (zanahorias, lechugas, etc).
Gracias al método de rotación conseguimos que el campo respire, y siempre de esta forma cada año contamos con suelo fértil donde cultivar productos de mejor calidad. Aunque parezca que medio arce (o un cuarto de hectárea) es poco espacio para cultivar, a la larga sale más rentable ya que el suelo con tiempo para recuperarse resulta más fértil para los cultivos.
Tener cerdos
Al tratarse de una finca pequeña es poco probable que la tierra esté lo suficientemente fresca como para mantenerlos sanos, por lo que la mejor opción es que estén en un habitáculo donde cambiemos la paja regularmente. La mejor opción es un habitáculo móvil con una cerca móvil. Este animal no necesita pasar demasiado tiempo al aire libre, pero puedes dejar que pasten en la parte de la hectárea que quede libre después de ser cosechada, si cuentas con tiempo entre cultivo y cultivo.
Tener un corral
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