Debido al alto precio de la vivienda y los alquileres, la gente se ha visto forzada a vivir en casas más pequeñas y, por lo tanto, el espacio es esencial. Por ello, el almacenaje se ha convertido en un potente negocio que ha experimentado un boom, pasando de los 250 a los 420 centros durante los últimos tres años, lo que supone un incremento del 68%.