Su estudio, que montó a los tres meses de finalizar Arquitectura, atesora numerosos premios. Entre sus proyectos está la recuperación paisajística del vertedero de Valdemingómez.
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Israel Alba confiesa que nunca pensó en ser arquitecto pero al mismo tiempo reconoce que sus paseos con su abuelo por los alrededores de la Sagrada Familia (nació en Barcelona), seguramente tuvieron algún tipo de influencia en su elección profesional. Eso y su amor por el dibujo.

¿Por qué estudió Arquitectura?

Realmente no lo tengo muy claro. Nací en Barcelona y vivía muy cerca de la Sagrada Familia. En mi familia no hay nadie que se haya dedicado a la arquitectura. Soy la primera persona. A veces pienso que esos paseos que hacía con mi abuelo alrededor de la Sagrada Familia… es verdad que en casa Gaudí era una figura que despertaba cierta admiración y fascinación. En Barcelona es un arquitecto muy querido. Y luego es verdad que el dibujo, ser capaz de imaginar algo y construirlo, me atraía mucho. La arquitectura combina una parte de creación, ideación, diseño, ensoñación, pero después muy llevada al terreno de lo práctico, de lo real.

Son muchos los que llegan a esta profesión por el dibujo, ¿sigue dibujando? ¿cómo lo hace?

Dibujo mucho menos de lo que me gustaría porque las circunstancias en las que desarrollo mi trabajo dejan muy poco tiempo para el dibujo. A mí lo que me gusta es dibujar a mano, sobre todo a través del croquis, es una herramienta fundamental para el arquitecto, la vía más rápida entre las ideas y el pensamiento y la capacidad de comunicarlas y expresarlas.

¿Qué es lo que más le gusta de su oficio?

Diría que todo. A pesar de que en ocasiones también nos produce algunos disgustos. En los últimos años lo que más he experimentado en términos satisfactorios de mi profesión es una llamada de un cliente satisfecho después de haberle entregado el edificio. Eso tiene para mí mucho más valor que un premio, que otro tipo de reconocimientos, que una publicación… Al final, cuando se termina el edificio, se entrega y lo empiezan a vivir y te llaman para decirte gracias, eso sin duda es la mejor satisfacción que puede haber.

¿Y hay alguna cosa que se le haga más cuesta arriba?

Hay tareas en el día a día que son complicadas, sobre todo en el tiempo que nos ha tocado vivir. Porque todo es muy difícil. Las cuestiones normativas, las cuestiones burocráticas, las cuestiones económicas, las cuestiones técnicas... Además, ahora los arquitectos estamos permanentemente bajo el foco, siendo supervisado nuestro trabajo, escudriñado al milímetro. Eso nos deja poco margen, nos restringe mucho. Ya no solo es hacer el proyecto, es que además tienes que estar permanentemente explicando, justificando cada cosa que haces. Dicho esto, las cosas salen y las cosas se hacen. También te diría que con la edad y la experiencia, cada vez valoro más que un arquitecto sea capaz de terminar una obra.

Sede Cruz Roja, Colmenar Viejo (Madrid)
Sede Cruz Roja en Colmenar Viejo Jesús Granada

¿Hay una mayor supervisión ahora de su trabajo que hace unos años?

Es mucho mayor ahora que hace 20 años y hace 20 años más que hacía 40. En general, las normativas se van actualizando muchas veces porque entendemos que pueden mejorar el entorno construido y está bien que eso esté regulado y controlado. Otras muchas veces también ocurre que esas regulaciones o actualizaciones se producen por desgracias o por cuestiones que no han salido bien en algún ámbito, entonces se considera necesario revisar, actualizar. Por un lado está muy bien que tengamos un marco regulatorio en el que desarrollar nuestra profesión, pero en general creo que en España legislamos demasiado. Tenemos demasiadas leyes, demasiadas regulaciones que complican mucho el trabajo.

Me gustaría un modelo en el que hubiera muchas menos regulación, menos leyes, más claras, donde tuviéramos un poco más de libertad para trabajar, porque al final el proyecto se convierte en un documento súper burocrático. Yo he tenido ocasión de ver, por ejemplo, proyectos en el Colegio de Arquitectos como el Gimnasio de Maravillas de Alejandro de la Sota o el proyecto de Torres Blancas de Oíza. El proyecto entero en una carpetilla.. Pero ahora el proyecto se ha convertido en un documento que no lo puedes llevar ni con una carretilla. Documentos y folios y planos de muchas cosas que al final ni tan siquiera se tienen en cuenta durante la ejecución de la obra. Y que muchos documentos son para si, por si acaso, pasa algo que después.

Centro Tecnológico Medioambiental (Madrid)
Centro Tecnológico Medioambiental (Madrid) Eduardo Sánchez

¿Cuándo montó su estudio?

Exactamente a los tres meses de acabar la carrera en marzo del año 2000. No estaba premeditado ni pensado. Había tenido dos experiencias profesionales previamente con algunos profesores míos de la universidad, de la escuela, aquí en Madrid. Surgió la oportunidad de hacer un concurso con la grandísima suerte de que gané ese concurso y eso me obligó a montar un estudio casi sobre la marcha.

¿De qué proyectos puede hablarnos?

Tenemos un abanico muy variado. Ahora estamos trabajando en la ampliación del Museo de Bellas Artes de Zaragoza, un proyecto muy bonito en un edificio protegido en la Plaza de los Sitios. Vamos a construir una planta nueva encima del actual museo para albergar todas las dependencias administrativas de investigación, restauración, laboratorios, etcétera.

Estamos también construyendo una sede para Cruz Roja, tenemos una relación muy estrecha con ellos. Desde hace más de 10 años hemos construido alguna sede más en la Comunidad de Madrid y ahora estamos construyendo la de Fuenlabrada. Estamos también trabajando en la construcción de la sede del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Madrid. Vamos a hacer también algo parecido en Torrevieja, en Alicante, que estamos a punto de comenzar las obras.

Pabellones de arbolado, Madrid
Pabellones de arbolado (Madrid) Jesús Granada

Háblenos de este edificio...

Es un proyecto personal que desarrollé junto a mi mujer, junto a mis hijas, a la familia. Realmente nosotros vivíamos muy cerca y había un edificio aquí antiguo, en mal estado de conservación, en venta. Queríamos habernos cambiado de casa en algún momento también porque nuestras hijas crecían y necesitábamos más espacio. Y entonces este lugar a me parecía estupendo porque tiene buena orientación. Y al final decidimos poner en marcha este proyecto personal y familiar y decidimos venirnos a vivir aquí y abrir nuestro nuevo estudio también en este edificio.

Interior de la casa del arquitecto Israel Alba
Interior de la casa idealista/news

¿Su rincón favorito de la casa?

Éste cerca de la terraza. Viendo el cielo porque realmente, aunque estamos en una zona bastante céntrica de Madrid, el hecho de tener las vistas del cielo parece que podamos estar en cualquier sitio menos en el centro de una ciudad tan caótica como Madrid.

Terraza de la casa de Israel Alba
Terraza de la casa idealista/news

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