En el restaurante El Cien, en el madrileño barrio de Carabanchel, los parroquianos disfrutan de sus platos, cocina casera a buen precio, ese día con un gallo que parece recién pescado dada su frescura, ajenos a si en el barrio hay una efervescencia artística o no. Pero el caso es que a escasos metros del local, en Galería Nueva, unos amantes del arte contemporáneo acaban de salir de ver los cuadros expuestos y unos minutos después, un vecino curioso entra a preguntar si puede verlos también.
Como afirma Daniel Silvo, artífice de Galería Nueva, hace tiempo que el arte contemporáneo vino a instalarse en el barrio. Su local es una prueba de ello: él no tiene artistas propios, sino que alquila sus espacios, ya cuenta con tres en toda la capital, a galerías de fuera de Madrid o galerías online que no disponen de espacio físico para sus artistas. Y de esta forma estos metros cuadrados, antes ocupados por una carnicería y una escuela de bomberos, ahora acogen arte.

¿Qué era antes este espacio?
Fue una carnicería hace mucho tiempo, una de las pequeñas salas. Otra sala era un garaje. También ha sido utilizado como escuela de bomberos.
¿Necesitó mucha reforma?
La reforma fue sencilla porque una galería de arte tampoco requiere, al menos una de arte contemporáneo, unas construcciones complejas. Iluminación, pintar las paredes de blanco, arreglar el suelo, tirar muros, eso sí, porque había muchos espacios y había que aligerar la cantidad de muros.

¿El espacio está en propiedad o es alquilado?
Este es un espacio comprado. Los otros dos en Doctor Fourquet y las Letras son alquilados. Pero en esta ocasión preferí comprar para aprovechar al máximo el espacio.
¿Por qué en Carabanchel?
El arte contemporáneo en Carabanchel lleva ya muchos años instalado. Primero llegan los artistas, hace diez años, doce años. Empiezan a llegar artistas cuando las industrias se van, grandes naves, naves industriales, garajes, talleres, imprentas… Y esos espacios que se dejan son grandes y los artistas los empiezan a ocupar como estudios. Cuando los artistas están instalados, hay alguna galería que empieza a ubicarse cerca, porque empiezan a traer público y un tipo de gente dedicada al arte o interesada en el arte. Y hará tres o cuatro años ya sí que empiezan las galerías a instalarse de una manera más habitual. El tipo de negocio que desarrollo, que es el de alquilar mi espacio a galerías de fuera de Madrid, pide que estemos dentro de los núcleos o recorridos de galerías de arte de Madrid y ahora Carabanchel es uno de ellos. Conseguir un espacio como éste en otra zona más céntrica es imposible y de hecho ese es uno de los motivos por los cuales las galerías están viniendo aquí. Es la manera de poder hacer exposiciones en salas muy amplias. En el centro, las salas son más pequeñas, ni siquiera existen espacios tan grandes o si existen, son demasiado caros. Aquí no hay gran cantidad de museos o espacios institucionales pero sí que hay un tejido artístico que se basa sobre todo en los artistas, que llevan muchos años trabajando aquí. Ese tejido previo hace que Carabanchel sea propicio para montar una galería, porque hay recorrido, hay coleccionistas.

¿Qué diferencia su galería de otras?
Galería Nueva se dedica a alquilar su espacio a otras galerías de fuera de Madrid o galerías que no tienen sede o a fundaciones o entidades que quieren hacer una exposición. Yo no tengo artistas a los cuales representar. Los artistas que hay aquí son artistas representados por las galerías que me alquilan el espacio. Es decir, una galería de Valencia o una galería de Santiago de Chile o de Milán vienen durante un mes o mes y medio o el tiempo que necesiten. Ocupan el espacio con su exposición, con sus artistas y realizan sus contactos, sus ventas y su trabajo como galerías.
¿Cuáles son las galerías que podemos ver ahora mismo?
Ahora mismo estamos en el espacio de Tönnheim Gallery, un galerista de origen sueco. Y tenemos en el otro espacio porque son dos naves, a de Filippo Contemporary, un galerista de Zurich.

¿Cuánto tiempo suelen permanecer estas exposiciones?
Habitualmente lo alquilan durante un mes. Pero es verdad que en el caso de Tönnheim Gallery y de Filippo Contemporary hemos hecho una excepción y van a estar durante un año. Pero lo habitual en Galería Nueva es que las galerías cambian cada mes, de ahí también el nombre. Cada mes uno pasa por la galería y descubre una nueva, una galería de otro lugar, de otra ciudad y con otro formato y otros artistas.
¿Qué tal la acogida en el barrio?
Me sorprende que la gente del barrio está interesada en el arte. Está ya conociendo el circuito de artistas, de galerías, que hay por el barrio. Vienen, se interesan, preguntan. Este espacio se inauguró con una pequeña feria, Obertura, de manera que ahí tuve la ocasión de recibir a mucha gente y gran parte de esa gente eran del barrio. La acogida está siendo muy buena y creo que eso lo compartimos todos los galeristas que estamos en la zona.

¿Cree que la zona se está gentrificando?
Sí, el barrio se está gentrificando. Por un lado, se están reformando muchos pisos, se está construyendo mucha obra nueva. En algunos casos supongo para utilizarse como alojamiento temporal para turistas. Y en los negocios algo se está viendo, quizá no de una manera todavía muy clara, pero sí algún tipo de barbería especial o algún tipo de panadería un poquito más diferente a lo que era habitual en el barrio.
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