Berkshire Hathaway

A Warren Buffett no le pesa ser el tercer hombre del mundo y por eso no duda en compartir los secretos que le han llevado al éxito con cualquiera que esté interesado. Las cartas anuales a sus accionistas encierran perlas de sabiduría empresarial envueltas en un lenguaje llano del estilo de “uno nunca puede hacerse rico cambiando un billete de cien dólares por ocho billetes de 10" o "si los caballos hubiesen controlado las decisiones de inversión, jamás habríamos tenido industria automovilística"

En 2015 se cumplen 50 años desde que Warren Buffett y Charlie Munger se hiciesen con el control de la antigua compañía textil Berkshire Hathaway. Medio siglo después, una empresa casi en bancarrota se ha convertido en una de las mayores y más exitosas compañías de inversión. Buffett reconoce en su tradicional carta a los accionistas que, por la razón que impulsó la compra y el precio pagado por la compañía, la operación fue “una monumental estupidez”.

Cuando tenía 10 años, Warren Buffett fue con su padre a Nueva York. Visitaron varios sitios de interés, y el último fue Wall Street. Su padre era corredor de bolsa. Corría el año 1940.

El magnate estadounidense, warren buffett, se ha subido al tren que hace meses ya tomaron otros gurús de wall street para invertir en el sector inmobiliario español. Buffet ha constituido berskshire residencial assets 1, que fue inscrita el registro mercantil a mediados del mes de octubre

Como cada invierno desde 1977, los accionistas de berkshire hathaway esperan como el Maná la carta anual de su presidente, warren buffett.

La carta de warren buffett A sus accionistas del holding empresarial berkshire hathaway vuelve a contener píldoras de inmenso valor.

Artículo escrito en el diario the new york times por warren buffett, presidente y director ejecutivo de berkshire hathaway. Por su interés ofrecemos la traducción literal del artículo Nuestros líderes nos han pedido un "sacrificio compartido". Pero cuando lo pedían, a mí me perdonaron.

Warren buffett, inversor y uno de los hombres más ricos del mundo, confiesa en su tradicional carta anual a sus accionistas de berkshire hathaway que "comprar mi casa ha sido la tercera mejor inversión que he hecho en toda mi vida después de los anillos de boda.