
La vivienda a nivel mundial se despide de un año marcado por el auge de los precios y un acceso cada vez más limitado
El mundo deja un 2024 marcado por un mercado inmobiliario tensionado y que pone en jaque a millones de hogares. La vivienda se ha convertido en un bien cada vez más inaccesible, marcado por el crecimiento de los precios y la inflación en las rentas. Mientras en Europa se consolidan las desigualdades por países, en Estados Unidos se agudiza el debate entre comprar o alquilar en un momento de cambio político con la llegada de Trump, y Asia sufre los coletazos de la crisis en China y Hong Kong. América Latina no es excepción: Buenos Aires, sacudida por una profunda transformación legislativa, ha visto aumentar la oferta de alquileres tras eliminar el control de precios. A nivel global, la urgencia por políticas públicas contundentes choca con las promesas incumplidas de los políticos.