Puede que la oferta inmobiliaria no sea suficiente para cubrir la demanda en el mercado, pero eso no significa que la venta de una vivienda sea cuestión de días. Por un lado, porque los compradores son cada vez más exigentes y, por otro, porque la primera impresión importa, y mucho. En definitiva, reformar para vender es una inversión rentable, por ello es importante, por ejemplo, ciudar los suelos y paredes ya que son los elementos de una vivienda que antes muestran deterioro. Y si la vivienda se ha quedado vacía, apuesta por el home staging.