
Muchos esperan acabar el 21 de diciembre con la incertidumbre que cubre la política catalana desde hace unos meses. Pero nada garantiza si el relato independentista continuará, si harán piña las fuerzas denominadas "unionistas" para gobernar juntas o si ERC sorprenderá con una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar en solitario.
De momento solo sabemos que ya no habrá listas unificadas, ni de un bando u otro si el eje a tratar es la independencia de Cataluña. Carles Puigdemont, el 134º presidente de la Generalitat y actualmente cesado, anunció su lista, Junts per Catalunya, donde no ha logrado seducir ningún partido polítio pero sí le acompaña de nuevo lo que llaman "una coalición transversal", con presencia de perfiles no políticos y de confianza del expresident.
Así, Puigdemont, con una euroorden de detención, deberá enfrentarse a Oriol Junqueras, hoy entre rejas, para presidir la Generalitat de Cataluña aunque este último es el que lidera todas las encuestas. El expresidente, por su parte, nada le garantiza ser el segundo partido más votado. Junto a Ciutadans y PSC, obtendrían todos 24-25 escaños, según una encuesta elaborada por el Gabinete de Estudios Sociales y de Opinión Pública (GESOP) para el Periódico de Cataluña.
Aun con todo, Puigdemont le está comiendo terreno a Junqueras tras dar a conocer su lista electoral. Solo queda un mes para votar y saber quién quiere que gobierne a los catalanes los próximos cuatro años. De momento solo son sondeos y, contra todo pronóstico, la decisión final recaerá en los pactos que sucedan el día después.
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