
El euríbor ha sido uno de los grandes protagonistas de la semana en los mercados, arrastrado por contratiempo financiero que han provocado en los últimos días el banco californiano Silicon Valley Bank (SVB) y el suizo Credit Suisse. Un contratiempo que ha desatado el pánico en las bolsas ante el temor a una nueva crisis financiera intrenacional.
La internvención de la entidad SVB por parte del Gobierno de EEUU durante el pasado fin de semana, sumada a las liquidaciones de bancos especializados en el mercado de las criptodivisas Signature Bank y Silvergate, provocó fuertes pérdidas en las bolsas mundiales en la primera sesión bursátil de la semana, mientras que el euríbor a 12 meses cotizó toda esa presión en la sesión del martes, 14 de marzo.
El indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas variables en España pasó de moverse en el 3,858% al 3,509% en apenas 24 horas, firmando así el mayor descenso en tasa diaria de la serie histórica en términos absolutos (es decir, en puntos básicos), aunque no en términos porcentuales. En ese caso, el retroceso alcanzó el 9%, frente al más del 11% que se dejó a finales del pasado mes de julio (tras pasar del 1,044% al 0,921% entre el día 28 y el 29 de dicho mes).
A mitad de semana el miedo volvió a apoderarse de los mercados ante las dudas que despertó Credit Suisse, la segunda entidad más importante de Suiza, después de que su su principal accionista, el Saudi National Bank (SNB), se negara a aportar más capital para la entidad. Las acciones del banco se desplomaron más de un 20% en la sesión del miércoles, hasta mínimos históricos, llevándose por delante a todo el sector financiero europeo. En España, los grandes bancos estuvieron entre los valores más castigados de la sesión, en la que se dejaron 11.000 millones de valor en bolsa.
Los temores a una crisis global volvieron a apoderarse de los inversores, que empezaron a descontar que el Banco Central Europeo (BCE), en su reunión del 16 de marzo, podría subir los tipos de interés en la eurozona menos de lo que estaba previsto. Desde hace semanas, la máxima autoridad monetaria y financiera en la eurozona dejó entrever sus intenciones de aplicar un nuevo incremento de 50 puntos básicos, aunque el mercado llegó a barajar la posibilidad de un repunte de 25 puntos básicos.
Con este escenario sobre la mesa, el mismo 16 de marzo, horas antes de conocer la decisión de la máxima autoridad monetaria y financiera de la eurozona, el euríbor a 12 meses volvió a registrar un fuerte descenso. Tras rebotar en la sesión del miércoles hasta el 3,66%, el jueves bajó hasta el 3,35%. Por segunda vez en la misma semana, el indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas variables en España bajó más de tres décimas en un solo día (su tasa diaria es la más baja desde finales de enero), mientras que ha terminado la semana en el 3,38%.
Sin embargo, esa bajada no fue correspondida por el guardián del euro: el BCE cumplió su promesa y anunció la sexta subida de tipos consecutiva desde el pasado julio, situando el precio del dinero en el 3,5%, máximos desde octubre de 2008. Todo un golpe sobre la mesa para garantizar su lucha contra la inflación y para defender la buena salud de la banca europea, a pesar de la incertidumbre de los últimos días.
De momento, y pese al fuerte descenso de estos últimos días, la media mensual provisonal del euríbor a 12 meses se mantiene cerca de 3,8%, frente al 3,534% que registró de media en febrero. Y son muchas las voces que defienden que nos encontramos ante una reacción excesiva del mercado y que los bancos centrales tendrán que seguir subiendo tipos hasta que se modere la inflación.
El euríbor podría retomar pronto su tendencia al alza
Los expertos recuerdan que la inflación todavía sigue muy alta (la inflación general se situó en la eurozona en el 8,5% en febrero, frente al 2% que considera óptima el BCE), por lo que están convencidos de que llegarán más incrementos del precio del dinero. En líneas generales, creen que los tipos subirán por encima del 4%, aunque descartan de momento que se acerquen al 5%, por lo que el euríbor volverá a la senda alcista.
“No estamos en un punto de inflexión. Creo que simplemente es una sobrerreacción a la incertidumbre del contagio que no tiene absolutamente nada que ver con una posible recesión o una caída de la inflación. Lo lógico es que en los próximos días o semanas veamos cómo vuelve a subir el euríbor", asegura Juan Villén, director general de idealista/hipotecas.
Desde la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) también esperan nuevas subidas y no descartan que el euríbor a 12 meses sobrepase próximamente el 4% (nivel que rozó la semana pasada), aunque creen que no subirá mucho más y que su evolución va a depender de lo que finalmente ocurra con las subidas de tipos oficiales tras este episodio de estrés financiero con SVB y Credit Suisse". Ese es también el nivel que manejan los analistas de Bankinter o la consultora financiera Accuracy.
Para el economista Miguel Córdoba, el recorrido del euríbor es de hasta un punto porcentual (el mismo que el de los tipos de interés). “No creo que llegue a superar el 5%, a no ser que surjan nuevas tensiones. Si los tipos de interés se llegaran a invertir (más altos en corto que en largo) sería porque se esperan tensiones en el corto plazo, pero que se solucionarían en los meses siguientes. Insisto en que nos falta más o menos un punto de interés. Luego deberían calmarse las cosas”, recalca.
Tampoco prevé un cambio de tendencia Víctor Fermosel, profesor de EAE Business School, quien insiste en que el escenario actual “no nos hace pensar en un corto ni medio plazo en una moderación del euríbor. Cosa diferente sería el largo plazo”.
Por su parte, Manuel Romera, director del servicio financiero de IE Business School, insiste en que “si algo nos demuestra la historia es que no hay techo hasta que la inflación no remita y baje de manera acusada con respecto a ahora mismo”.
Descartada una nueva crisis bancaria
Lo que también descartan economistas y analistas es que se esté fraguando una nueva crisis bancaria global. En el caso de Credit Suisse, la incertidumbre se ha reducido tras la inyección de liquidez que realizará el Banco Nacional de Suiza por importe de 50.000 millones de euros. Además, la banca española no tiene exposición al banco, lo que limita un potencial riesgo sistémico.
Desde ING llaman a la calma y afirman que “no hay elementos suficientes para provocar una crisis bancaria mundial. Sin embargo, es natural que durante un tiempo haya dudas sobre la solidez del sector bancario y los efectos de las rápidas subidas de tipos en sus balances. Pero los bancos centrales han anunciado que están dispuestos a ayudar a los bancos que lo necesiten”.
Desde Link Securities también quitan hierro a la situación. "La crisis bancaria, que en principio seguimos pensando que afecta a entidades puntuales, con problemas de gestión desde hace tiempo, ha generado el pánico entre los inversores, que temen que, de extenderse, aboque a las principales economías desarrolladas a la recesión. En principio, no creemos que vaya a ser así. Lo que sí va a ocurrir es que, a partir de ahora, los bancos van a ser mucho más selectivos a la hora de invertir su pasivo, lo que puede terminar contrayendo la oferta de crédito, tanto en Europa como en EEUU, penalizando de este modo el crecimiento económico. Pero este es uno de los objetivos que buscaban los bancos centrales al endurecer sus políticas monetarias, en aras a luchar contra la alta inflación. Si bien consideramos la reacción de los mercados muy exagerada, también es cierto que el dinero es muy miedoso y que una posible caída de un gran banco como es el Credit Suisse podría tener un impacto en el sector financiero europeo muy negativo".
Por su parte, el economista Miguel Córdoba insiste en que "los problemas que hay en la bolsa están amplificados por especuladores que buscan sacar dinero ante un problema que no es tal. Silicon Valley Bank era un banco mal gestionado que sólo invertía en bonos cuando los tipos estaban bajos, por lo que no hay activos tóxicos, sólo un diferencial negativo de tipo de interés y por eso ha caído. Credit Suisse llevaba 2 años y medio arrastrando también problemas de gestión y habiéndose metido en todos los charcos. Son casos puntuales de bancos mal gestionados y es bueno que el sistema los expulse".
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