
Bankinter lanza un aviso a los hipotecados: el euríbor bajará menos de lo previsto en los próximos de dos años y podría retomar las subidas en 2026.
Según vaticina el equipo de análisis de la entidad financiera en su último informe de mercado, el indicador de referencia para la mayoría de las hiptecas variables en España tiene poco recorrido a la baja en lo que resta de año y no bajará del 3%. En concreto, calcula que el euríbor a 12 meses se quedará alrededor del 3,5% a finales de 2024 (en línea con el año anterior -3,5%- y apenas dos décimas por debajo del nivel actual) y que bajará medio punto en 2025, hasta situarse en el 3% en diciembre de dicho ejercicio. De cara a 2026, ya atisba un repunte y cree que podría alcanzar el 3,25%.
Estas nuevas previsiones del euríbor de Bankinter, incluidas en su informe de estrategia del tercer trimestre, dibujan un escenario peor al que anticipaban los analistas del banco capitaneado por Gloria Ortiz. Hasta ahora, esperaban que el euríbor a 12 meses finalizara 2024 en el 3,25% y que bajara otro medio punto en 2025, hasta el 2,75%.
Los cálculos actuales del banco suponen un jarro de agua fría para miles de hipotecados, que esperaban que el inicio de las bajadas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) diera el pistoletazo de salida a una bajada notoria en las cuotas de los préstamos variables en el momento de la revisión, tras los leves descensos logrados en los últimos meses. Sin embargo, este no es el escenario que pronostican los expertos.
Además de Bankinter, son varios los pronósticos que apuntan a que el euríbor bajará solo unas décimas en los próximos meses. Ebury, la 'fintech' especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas para pymes controlada por Banco Santander, estima que el euríbor podría situarse en torno al 3%-3,5% a finales de año. Mientras, el Panel de Funcas (consenso de expertos que recoge la Fundación de las Cajas de Ahorros) sitúa el suelo del indicador este año en el 3,2% y en el 2,75% en 2025; y BBVA Research, en el 3,3%. Teniendo en cuenta los niveles actuales del euríbor, cuya media provisional de junio ronda el 3,68%, la previsión es que baje seis décimas como máximo en el segundo semestre del año.
Pocas bajadas de tipos a la vista
En los próximos meses se esperan pocos recortes del precio del dinero, lo que mantendrá estable al índice de referencia hipotecario, debido a la vinculación histórica que mantienen.
En su reunión de principios de junio, el BCE anunció la primera rebaja de los tipos de interés en la eurozona desde 2016, con un recorte de 25 puntos básicos, hasta situar la tasa rectora en el 4,25%, desde el 4,5% en el que llevaba instalada desde el pasado mes de septiembre y que suponía máximos desde 2001.
Tras este giro en política monetaria, el mercado está descontando que habrá como mucho dos rebajas más en la segunda mitad del año, siendo las reuniones de septiembre y diciembre, cuando el 'Guardián del euro' actualizará sus previsiones económicas y de inflación, las que centrarán la atención de los mercados. Sin embargo, varios pesos pesados del propio BCE, han enfriado las expectativas de bajadas de tipos a corto plazo. La presidenta, Christine Lagarde, incluso ha afirmado que podría pasar más de una reunión sin que haya cambios, dejando en el aire el movimiento de septiembre.
Así pues, la etapa de estabilidad en la que podría entrar el euríbor a 12 meses se debe, como afirman desde Bankinter, a que habrá "pocas bajadas de tipos", aunque los analistas del banco añaden que "es mejor así".
Según detalla el informe, "la cuestión clave de fondo es cómo conseguir un balance equilibrado entre tipos de interés adecuados, crecimiento suficiente e inflación aceptable, maximizando el empleo. A pesar de las incertidumbres y las dudas al respecto, el equilibrio entre estos cuatro factores parece satisfactorio, aunque no perfecto. En realidad, nunca lo es. Lo realmente importante es la evolución razonablemente coordinada de estas cuatro variables clave".
Y añade que "la inflación se resiste, pero cede poco a poco. No hasta el deseado 2%, pero debemos aceptar un nuevo contexto de inflación algo superior de forma semiestructural (2,5% en Europa y 3%/3,5% en EEUU), que será compatible con tipos de interés directores positivos en niveles razonables e inferiores a los actuales, aunque no demasiado, y que permitirán crecimientos suficientes en Europa (+1,5%/+2%) y generosos para la economía americana (superiores al 2%), que, a su vez, darán continuidad al actual contexto de pleno empleo en las economías desarrolladas".
Y concluye que "la nueva situación hacia la que nos dirigimos, compuesta por esta combinación, compensará porque, con una inflación aceptable, los tipos de interés sólo bajarían más ante un deterioro apreciable de crecimiento y empleo. Pero ese escenario alternativo sería peor, no compensaría el posible “canje” de situación. No compensaría tener tipos inferiores a cambio de problemas con el crecimiento y el empleo. Por eso defendemos que tanto situación como perspectivas son mejores de lo que parecen y mejores de lo esperado… particularmente en lo que se refiere al mercado".
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