Las infraestructuras españolas están a un paso de hacer historia y no precisamente por una buena noticia. Los expertos vaticinan que 2016 será el primer año en el que el stock del capital público pierda valor, después de llevar ganando valor año tras año desde la década de los 60.
Según los cálculos de las patronales de la construcción, este año las infraestructuras perderán 10.000 millones de euros de valor hasta quedarse alrededor de los 790.000 millones. Detrás de este descenso se encuentra la falta de recursos públicos que garanticen su conservación.
"En anteriores periodos de crisis, como los vividos a finales de los setenta y a principios de los noventa, se ralentizó el crecimiento del capital público, pero nunca habíamos presenciado una reducción como la actual, provocada por la ausencia de mantenimiento de la tasa de reposición de infraestructuras", opinan fuentes del sector que recoge la agencia Europa Press.
Los expertos insisten en que la falta de inversión pública para mantener en buen estado las infraestructuras puede desatar graves consecuencias. "Ponen en peligro la productividad, el crecimiento y, en definitiva, el futuro de España. Si esta tendencia no cambia, vamos a dejar en herencia a las próximas generaciones un país más empobrecido y con menos activos", avisan.
La patronal de las constructoras, Seopan, calcula que la inversión pública que va a llevar a cabo España en el bienio 2016-2017 está muy por detrás de la que van a llevar a cabo vecinos como Francia o Italia. “Representa menos de un 70% de la italiana y apenas una tercera parte de la francesa”, detalla Julián Núñez, presidente de Seopan, quien añade que somos el país con el ratio de inversión pública por habitante más bajo de toda la UE.
La falta de recursos que permitan garantizar la conservación de las infraestructuras no viene de ahora. Todo empezó en el año 2010, cuando España, a petición de Europa y los organismos internacionales, tuvo que aplicar recortes al gasto público que, precisamente, han estado centrados en la inversión. “La mitad de la reducción del gasto público ha venido del recorte de la inversión”, añade Núñez.
Y lo peor es que mientras España esté en plena consolidación fiscal no hay muchas probabilidades de que cambie la tendencia. “Durante la próxima legislatura, el Gobierno deberá reducir la deuda en 30.000 millones de euros y el déficit en otros 34.000 millones. Con estas cifras es difícil que se cumplan las previsiones de inversión pública; hay pocas perspectivas porque seguimos en plena consolidación fiscal”, resalta Núñez.
Urgen 100.000 millones
En el mes de septiembre la propia Seopan hará llegar al próximo Gobierno un documento en el que varias consultoras, a petición de la patronal, recogerán un plan de inversión pública necesario y factible de poner en marcha que incluye una inversión de 100.000 millones de euros en un plazo de cuatro años.
Con ese dinero, asegura el diario Expansión, se podrían mantener y desarrollar las carreteras, las infraestructuras ferroviarias o las plantas de depuración de agua, que son algunas de las áreas que requerirán más recursos en los próximos años junto con el tratamiento de residuos urbanos, las conexiones gasistas y eléctricas, la rehabilitación de viviendas o el despliegue de las redes de comunicaciones ultrarrápidas. En todos estos campos, recalca Seopan, será necesario buscar fórmulas para incentivar la colaboración privada en los proyectos de inversión pública.
1 Comentarios:
Claro, y yo también quiero que regalen millones de euros en mi sector. Precisamente infraestructuras como el AVE, aeropuertos, ciudades de la artes, expos, carreteras sobredimensionadas, ... son un agujero sin fondo para las arcas del estado.
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