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El Castillo de Nottingham es una curiosa mezcla de la típica fortificación inglesa medieval al estilo ‘Downtown Abby’ y la casa de ‘Los Picapiedra’. El lugar en el que, según la leyenda, Robin Hood se enfrentó al Sheriff de Nottingham combina la elegancia palaciega de su edificio principal –reconstruido en el siglo XVII– con un conjunto de cuevas subterráneas que guardan los secretos de la historia del forajido que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. 

El castillo fue construido en el siglo XI y fue ocupado por los partidarios del príncipe Juan Sin Tierra, incluyendo el sheriff de Nottingham, durante el tiempo en el que el hermano del rey Ricardo Corazón de León trató de arrebatarle el trono. Finalmente Juan fue perdonado y nombrado sucesor. A diferencia de lo que cuenta la leyenda de Robin Hood, reinó en Inglaterra entre 1199 y 1216. 

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