En ‘El planeta de los simios’ (1968) ya vimos como la Estatua de la Libertad quedaba varada en una playa en la fantasía basada en la obra del novelista Pierre Boulle. Ahora, el fotógrafo y diseñador neoyorquino Anton Repponen ha decidido ‘descolocar’ algunos de los monumentos más icónicos de Manhattan, situándolos en lugares inhóspitos y aislados como desiertos, océanos o parajes montañosos. El resultado es, como mínimo, curioso e impactante.
Edificio Chrysler
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Sede de Naciones Unidas
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Museo Whitney de Renzo Piano
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Torre Beekman de Frank Gehry
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Edificio de la Ópera Metropolitana
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Hotel Standard
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Museo MET Breuer
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Nuevo Museo de Arte Contemporáneo
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Edificio IAC de Frank Gehry
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