
El diseño de este parque infantil en China lleno de formas diferentes, colores y textura trata de estimular la curiosidad de los más pequeños, pero no se sabe si van a acabar con un brote de eclecticismo ante tanta variedad de figuras geométricas y caprichosas, basadas en el concepto de las cuatro estaciones.
Cada detalle tiene una función práctica. Por ejemplo, los armarios y estantes camuflados como plantas se pueden utilizar para guardar cosas, los asientos con forma de flores sirven como sofás de ocio y las bombillas esconden equipos de iluminación y sonido en su interior.
A los toboganes giratorios y cuerdas para escalar, se une un palacio cyberpunk, utilizando colores que crean contrastan con la fantasía general ambientada en un cuento de hadas. Las luces de neón de diferentes formas y colores hacen referencia a obras de pintores famosos. En definitiva, un cuento de hadas surrealista, al más puro estilo Lewis Carroll.







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