
En medio de la incertidumbre en EEUU, tras el atentado frustrado sufrido por el expresidente y candidato republicano, Donald Trump, y las horas bajas que sufre la figura del presidente de EEUU, Joe Biden, ha quedado empequeñecida una propuesta de la Casa Blanca a los dos Cámaras de Representantes estadounidenses.
Biden ha pedido que se apruebe un control nacional de alquileres para unos 20 millones de apartamentos en todo el país, en lo que sería una intervención federal en el mercado inmobiliario nacional.
La propuesta ofrece a los grandes propietarios una única opción: o aceptan limitar los aumentos de los alquileres a no más del 5% anual, o pierden las exenciones fiscales federales.
El plan es un medida para responder a los altos costes de la vivienda en EEUU, que está perjudicado la posición de Biden entre sus votantes. Sin embargo, la propuesta se enfrenta grandes dificultades en el Congreso, donde tendría que ser aprobada por una Cámara controlada por el Partido Republicano y ganar una mayoría de votos en un Senado estrechamente dividido, en un momento en que los legisladores están concentrados de lleno en las elecciones de noviembre.
Biden adelantó por primera vez la posibilidad de poner límites a los alquileres durante el debate presidencial del pasado 27 de junio con Donald Trump, y parecía que iba anunciar formalmente esta propuesta durante su visita a Las Vegas, pero el acto ha sido cancelado por el positivo del presidente por covid-19.
Según el plan de la Casa Blanca, los propietarios con 50 o más unidades no podrán optar a las desgravaciones fiscales en materia de alquiler a menos que cumplan con los límites a las rentas durante los próximos dos años. La medida incluye una excepción para nuevas construcciones, así como para viviendas que se someten a una renovación o rehabilitación sustancial.
"La propuesta de condicionar las exenciones fiscales de los grandes tenedores a limitar los aumentos de los alquileres se basa en las medidas que la Administración Biden está tomando para hacer que los alquileres sean más asequibles", afirmó Lael Brainard, directora del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca.
Este anuncio se produce tras años de reuniones entre grupos de propietarios e inquilinos, líderes de la industria y la Casa Blanca, que previamente ha publicado un plan de acción para el suministro de viviendas, así como un plan para una declaración de derechos de los inquilinos. Hasta ahora, la Administración Biden ya ha introducido una norma federal para frenar los desalojos en viviendas públicas, ha limitado el aumento de los alquileres para propiedades construidas con créditos federales e iniciado algunas protecciones para inquilinos limitadas a viviendas de alquiler con hipotecas respaldadas por el gobierno federal.
La medida queda entonces a la espera de su presentación oficial, en la que el presidente también anunciará que la Administración busca desbloquear terrenos públicos en el sur de Nevada para apoyar la construcción de unas 15.000 viviendas asequibles cerca de Las Vegas.
Respuesta del sector al anuncio del control a los alquileres
La nueva propuesta del control de alquileres de Biden ha generado una respuesta inmediata de organizaciones que representan a constructores, propietarios y prestamistas. Sharon Wilson Géno, presidenta del Consejo Nacional de Vivienda Multifamiliar, ha calificado la propuesta como “una farsa. Toda esta idea de que van a limitar los alquileres durante dos años, sólo para las propiedades existentes, pero que no se aplicará a ninguna propiedad futura porque de alguna manera no quieren impedir el desarrollo futuro, no tiene sentido. Es un obstáculo para futuros desarrollos porque están viendo lo que está sucediendo con las propiedades existentes".
Para esta experta, los hogares de bajos ingresos tienen más probabilidades de vivir en viviendas de alquiler propiedad de pequeños tenedores, lo que significa que el beneficio de un régimen de control de alquileres dirigido a grandes propietarios fluirá hacia los inquilinos con mayor nivel adquisitivo.
También cuestiona si negar las desgravaciones fiscales es una solución viable, dados los complejos acuerdos de propiedad para los grandes propietarios. “Esta propuesta, destinada a no llegar a ninguna parte en el Congreso, podría tener un impacto en los gobiernos estatales y locales”, ha concretado. “Envía el mensaje incorrecto a los estados y localidades donde ha surgido la cuestión del control de alquileres, de que es una política viable que ayudará sus comunidades. Y no lo es”, concluye.
Para David M. Dworkin, presidente y director ejecutivo de la Conferencia Nacional de Vivienda, especializados en vivienda asequible “los topes a los alquileres no funcionan y tendrán un efecto paralizador en la oferta de viviendas. Eximir a las nuevas construcciones no hará que esto cambie, están dejando claro que las inversiones a largo plazo en vivienda pueden hacerse antieconómicas de forma retroactiva".
Para los defensores acérrimos del control de rentas, esperaban ver un mayor impacto, y que también se aplicara un límite a los arrendamiento de propietarios con hipotecas respaldadas por Fannie Mae o Freddie Mac. Y es que los inquilinos necesitan medidas rápidas para evitar un aumento excesivo de los alquileres.
Los precios de los alquileres están demasiado altos
A pesar del amplio desacuerdo sobre la eficacia del control de alquileres, existe un consenso casi universal de que el precio de los alquileres es demasiado alto. La vivienda es el componente más importante del índice de precios al consumidor del gobierno federal, representa el 36% del IPC y ha sido una causa importante de la alta inflación en los últimos años.
La tasa de inflación de la vivienda se encontraba en un rango bajo del 3% justo antes de la pandemia, pero comenzó a dispararse a lo largo de 2022 a medida que la oferta de pisos y casas en venta se hizo escasa. Finalmente alcanzó una tasa anual del 8,2% en marzo de 2023.
Desde entonces, la inflación de la vivienda ha caído al 5,1% en junio, según datos federales, pero los estadounidenses todavía pagan mucho más para mantener un techo sobre sus cabezas que hace apenas unos años. Los alquileres en todo tipo de propiedades aumentaron un 32% en junio con respecto a hace cuatro años, colocándose en 2.054 dólares al mes de media (1.880 euros) frente a los 1.553 dólares (1.420 euros), según el índice de alquileres del portal inmobiliario Zillow.
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