
La versatilidad del hormigón ha permitido crear formas que, con la piedra, hubiera sido imposible. Esta característica plástica del hormigón fue motivando a la arquitectura a mostrar el material en todo su esplendor, cuyo principal movimiento fue el brutalismo. Sin embargo, sin ese tono brutal, la arquitectura actual sigue mostrando el hormigón hacia formas que no solo se enfocan en la durabilidad y resistencia, sino en la posibilidad de fusionarse con el entorno natural.
Un claro ejemplo es la reciente ampliación del Balneario y Reserva Termal de Balnea, ubicada en los montes Apalaches de Quebec, diseñado por el estudio MacKay-Lyons Sweetapple Architects donde se ha utilizado hormigón en una obra que integra las nuevas instalaciones con el paisaje, respetando el entorno y mejorando la experiencia de los visitantes mediante espacios de descanso y meditación en contacto directo con la naturaleza.

Diseño en armonía con la naturaleza
El estudio de arquitectura ha añadido un volumen de hormigón que actúa como base y soporte para las nuevas áreas del Balneario y Reserva Termal de Balnea. Este zócalo sostiene una piscina infinita y una sala de relajación que ofrecen vistas panorámicas al lago Gale y los alrededores. “El nuevo y generoso baño termal y la terraza del balneario se integran en el paisaje”, comentan desde el estudio. Esta conexión visual permite que los usuarios del spa disfruten de una experiencia de serenidad en plena naturaleza.

La piscina, en forma de U, se caracteriza por un banco sumergido en el agua que permite a los visitantes observar el entorno mientras se relajan. Además, una sección de la pared de hormigón ha sido reemplazada por un panel de vidrio, ofreciendo una vista subacuática del lago. Esta inclusión de elementos naturales permite que el edificio se integre en el paisaje, evocando la textura y el color de las rocas de los Apalaches, y armonizando con los tonos grises y marrones que rodean el sitio.

Una playa y una terraza para relajarse
La terraza del balneario cuenta con áreas escalonadas de madera que ofrecen zonas de descanso con tumbonas y bancos, creando una conexión fluida entre los espacios exterior e interior. Además de las áreas de descanso, la terraza incorpora caminos de losas y parterres con flores silvestres que aportan color y se integran perfectamente en el diseño. Estas áreas se han complementado con parasoles de acero corten, cuyo tono oxidado se integra visualmente con el ambiente natural y proyecta sombras que favorecen un clima acogedor para los visitantes.

Debajo de la terraza, el diseño incluye una sala de relajación que combina hormigón con un interior revestido de madera oscura y paneles de cristal deslizantes que se abren completamente para integrar el ambiente con el exterior. “La sala de relajación invita a los huéspedes a relajarse y desconectar mientras hunden los pies en la arena fina y en un ambiente que recuerda a la playa”, explican en el estudio. Este espacio evoca la sensación de un refugio de playa, permitiendo a los visitantes una experiencia de serenidad en un entorno natural y cálido.

Además, el proyecto fue concebido con una conciencia ambiental en mente. Los arquitectos incluyeron un sistema de recuperación de calor y un sistema de filtración de agua avanzado para optimizar el consumo energético. Los vestuarios y áreas de servicio se han revestido en madera, manteniendo una coherencia visual que une la naturaleza con el diseño moderno.


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