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El centro de Madrid ha vivido otra operación inmobiliaria. Su protagonista es el grupo financiero Abanca, que ha pagado 44 millones de euros por un palacete en la capital para convertirlo en su nueva sede.

La entidad ha adquirido el inmueble, ubicado en el número 4 del Paseo de Recoletos, al fondo alemán GLL Real Estat tras ganar el concurso en el que han participado otros inversores, entre ellos entidades financieras.

El edificio albergó la sede de Planeta hasta hace dos años, tiene diez plantas que suman una superficie de 3.700 m2 y albergará a 150 empleados que no están adscritos a las sucursales del grupo.

A pesar de que Abanca tiene varios inmuebles en la capital, los servicios centrales se trasladarán al palacete, con el objetivo de ahorrar costes e impulsar desde el corazón de la capital la estrategia digital que quiere seguir en todo el país. Desde hace varios meses la entidad está inmersa en un plan de expansión por toda España, basado en la banca digital y cuyo objetivo es crecer en número de clientes.

Dentro de su estrategia, el grupo va a remodelar sus 700 oficinas para adaptarlas a las nuevas tecnologías para lo que destinará unas inversiones de 120 millones de euros en tres años.

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