Los tiempos cambian, ya lo cantaba bob dylan, y todo apunta a que el espectacular boom inmobiliario español, que se inició a finales de los noventa, ha llegado a su fin. O quizá no. Durante años se ha alertado de la anómala situación del mercado pero año tras año la realidad nos sorprendía, contradiciendo todas las previsiones. No obstante parece que esta vez va en serio. El banco central europeo ha cambiado el ritmo de baile y los tipos de interés han pasado del 2%, donde estuvieron durante años, hasta el actual 3,5%. Y el próximo año parece que seguirán subiendo tipos hasta el 4%, según muchos analistas, o quizá más allá. Es difícil ponerle techo a la subida. El Euribor no se queda atrás y ha encadenado subidas un mes tras otro hasta llegar al 3,92% al terminar el año. Este entorno está provocando que muchos analistas adviertan de que las cosas pueden cambiar. Aunque quizá ya están cambiando y más rápido de lo que pensamos: el tiempo de venta de los pisos de obra nueva se ha alargado en tres meses, han vuelto a montarse pisos piloto, algunas promociones se acaban con viviendas aún sin dueño y muchos vendedores particulares se ven obligados a bajar los precios de salida de sus inmuebles. Y aún así comprueban con desolación que no consiguen cerrar la operación. Ahora todo es negociable y el mango de la sartén está en las manos del comprador. La tónica general es la desaceleración de precios a nivel nacional (un 9,7% en el tercer trimestre según el ministerio de vivienda) sin visos de remontar a corto plazo. Cada vez quedan menos factores que ayuden a mantener el espejismo de que "todo va bien", siendo uno el que más esperanzas acapara: la inmigración. El 8,5% de la población española es extranjera y según analistas financieros internacionales (afi) 170.000 adquirieron una vivienda en propiedad durante 2006, casi la cuarta parte del total. De todas maneras, según un estudio de la universidad de Alicante sólo el 25% de los inmigrantes vive en propiedad. Los recién llegados tienen niveles de renta inferiores, relativa inseguridad laboral, unas expectativas de futuro inciertas y el endurecimiento en la concesión de hipotecas les está impactando de lleno, por lo que muchos retrasan la decisión de adquirir la vivienda
¿Significan todos estos datos que caerán los precios? Bueno, esa es la gran pregunta. Puede que sí, puede que no. El mantra que recorre España es que "los precios bajar no bajarán, en todo caso se estancarán" a pesar de las voces que alertan, cada vez con más fuerza, de que los precios pueden caer. No hay que olvidar que ya ocurrió en otros mercados e incluso en España en épocas pasadas. Pero la voz de alarma no es nueva y año tras año las previsiones no se han cumplido y el mercado ha demostrado fortaleza y optimismo ante el futuro. ¿Dejarán de venderse casas? Seguramente no ¿Seguirá subiendo el precio al ritmo de años pasados? Pues tampoco. Lo que no hay duda es que vivimos un punto de inflexión y que 2007 será un año interesante, caigan o no los precios
¿Significan todos estos datos que caerán los precios? Bueno, esa es la gran pregunta. Puede que sí, puede que no. El mantra que recorre España es que "los precios bajar no bajarán, en todo caso se estancarán" a pesar de las voces que alertan, cada vez con más fuerza, de que los precios pueden caer. No hay que olvidar que ya ocurrió en otros mercados e incluso en España en épocas pasadas. Pero la voz de alarma no es nueva y año tras año las previsiones no se han cumplido y el mercado ha demostrado fortaleza y optimismo ante el futuro. ¿Dejarán de venderse casas? Seguramente no ¿Seguirá subiendo el precio al ritmo de años pasados? Pues tampoco. Lo que no hay duda es que vivimos un punto de inflexión y que 2007 será un año interesante, caigan o no los precios
444 Comentarios:
Como continuación de lo anterior, me gustaría exponer al foro una teoría. Imaginemos que desde los medios de influencia se filtra el mensaje de que la vivienda es una commodity, que un metro es un metro esté donde esté. el objetivo final es hacer pasar la mercancía defectuosa por buena y que las personas de menor capacidad financiera -y normalmente menos cultura- paguen la cuenta.
Como dice el refrán, un ignorante y su dinero no están juntos mucho tiempo.
Le agradecería que hablara con mayor transparencia, en lo que respecta a influencia lo que le puedo indicar es que tengo mi metodología propia de análisis en la que se basa en que no una respuesta por cerrada y mas con temas de "politica ficción", porque esto es. Si además se moja mejor y sería de agradecer.
He hecho un ejercicio un tanto extraño. Lo que viene a continuación lo he escrito absolutamente por mi cuenta, y después he leído las intervenciones de las últimas veinticuatro horas de Dr. Knife y Jiménez del Oso. Voy a poner ahora este ladrillo en el foro. No es tan importante el cuándo sino el cómo podrá ocurrir que al país se le acabe la suerte de los principiantes. MañAna o pasado leeré sus comentarios, ya que hoy es un día para la familia.
Resulta curioso observar que vamos llegando a conclusiones similares después de una larga maduración; se trata de averiguar qué salida tendrá económicamente este país después de que se derrumbe el juego de las dos grandes burbujas, inmobiliaria y crediticia, en la que cada una lleva su ritmo, pero cuya relación es más que estrecha. Sabemos se trata de un juego en el que estamos condenados a perder, independientemente de la pericia de los jugadores, porque somos muchos y no actuamos aleatoriamente, sino fuertemente condicionados a nivel mental por prejuicios, tanto propios como del círculo próximo; el mismo fenómeno que en agricultura tendría su traducción en un monocultivo, ha dado lugar a la pisitofilia a la que se refiere responsabilizacionismo, pero a escala de la economía del país. Justamente había adelantado que he leído Cómo hacer que la globalización funcione, De Joseph E. Stiglitz, una obra que continúa El malestar en la globalización. Es evidente que no soy economista, pero el libro se puede seguir sin excesiva dificultad. El capítulo en cuestión se titula Acabar con la maldición de los recursos Y es tremendamente interesante. Explica los casos de Nigeria, Venezuela, Rusia o Sierra Leona, donde la abundancia de recursos naturales se ha vuelto contra la población, en lugar de suponer un factor decisivo para el logro de un crecimiento equilibrado y a largo plazo.
La otra cara de la moneda que plantea Stiglitz, cómo hay que hacer los deberes, es la solución imaginativa que se encontró a lo que se denomina El mal holandés, Justamente en el país donde se produjo la burbuja de los tulipanes en el siglo XVII. Holanda se encontró hace treinta años con un regalo inesperado: el petróleo del Mar del Norte. Copio ahora literalmente este párrafo: Se trataba de una economía desarrollada, que funcionaba bien, pero que de repente se vio enfrentada a fuertes problemas de empleo debido a que las empresas no podían competir. La razón residía en que la afluencia de dólares como pago por el petróleo y el gas del Mar del Norte condujo a unos tipos de cambio elevados ¿Qué solución encontró el país? Gastar parte del dinero en importaciones y mantener una fracción importante del resto en el extranjero. Con este mecanismo se puede actuar sobre el tipo de cambio, lo que es vital para una política económica diseñada a largo plazo, creando un fondo de estabilización, ahorrando dinero en las épocas en las cuales la economía experimenta un auge y disponiendo de él como reserva para cuando el país entre en recesión ¡Justamente lo contrario de lo que hizo España cuando en nuestro Imperio no se ponía el sol! Otros países ricos en recursos naturales, como Botsuana y Malasia han seguido el ejemplo holandés.
Y ahora, llego al núcleo de la cuestión. Empecé a atar cabos y he intuido que los países de referencia en la eurozona han actuado de forma similar y desde hace años, aunque no dispongan de recursos naturales: parte de sus excedentes, producto del ahorro y de su balanza comercial, los han colocado fuera de sus fronteras para estabilizar ¡Su moneda! La inercia se ha mantenido después del establecimiento del euro como moneda común, pero las fronteras ya no son lo que eran y ese dinero en efectivo les es devuelto, mediante intrincados mecanismos monetarios, convertido en deudas que podrían ser de dudoso cobro a medio plazo, e inflación, justamente lo que trataban de evitar. Imagino que el sistema de bancos centrales de la eurozona, liderados por el Bundesbank, ha analizado repetidamente este error imperdonable, advirtiendo al Banco Central Europeo que se precisa un cambio de política. Las exclamaciones en la lengua de Goethe se deben oír desde la Plaza de la Cibeles. ¿Cómo serán los mecanismos para poner orden? ¿Bastará hacerlo a base de trichetazos, con lo que se estarán fustigando ellos mismos y desincentivando su crecimiento o utilizarán otros medios para hacer entrar en razón a los epicúreos del Sur? He seguido los dos enlaces que puso ayer Dr. Knife para Jiménez del Oso y creo que en ellos están contenidas parte de las respuestas, aunque se precisaría adaptarlas al contexto. Un experto en Derecho Comunitario nos podría aportar también algunas ideas, aunque adentrarse en los mecanismos de la UE supone recorrer terrenos inexplorados, porque aún queda mucho camino por recorrer. Y si no, que se lo digan a los alemanes. Un saludo.
Un estancamiento o mejor una moderada reducción de los precios mantenida durante varios años es una buena noticia, ya que, aunque dejará algunos cadáveres por el camino, corregirá a las buenas la burbuja que sin duda existe.
Por si mismo, ello no sumergerá a España en una recesión. Ahora bien, si por otros motivos, hay una crisis económica que (especialmente) provocará un aumento del paro, estallará de golpe la burbuja y, para muchísimas familias, no poder pagar la hipoteca será el menor de sus problemas. Para mañAna mismo no veo una crisis, pero la economía española ha crecido de forma tan descompensada que con un poco (sólo un poco) de mala suerte (= circunstancias internacionales) en unos años nos hundiremos hasta volver a un PIB similar comparativamente al que teníamos a mediados de los 90.
De todas formas, agunos hay por aquí que se pasan de catastrofistas.
En el mundo inmobiliario no existe eso que llamas "valor real". Comenzando con el que marcan las entidades tasadoras. Te lo dice un a.p.i.
Veo en los comentarios dos posturas básicas: los que se regodean de tener su pisito y su hipoteca, y los que gozarían viendo el rechinar y crujir de de dientes de los hipotecados, cuando el euroibor escale las alturas y los pisitos se acerquen al precio de lo que realmente valen.
¿Qué nos deparará el 2007? Mi opinión es que no habrá desbordamiento generalizado, porque hay demasiados intereses económicos y politicos para que eso no suceda. Yo soy algo mayor y compré un piso en el año 86 en un momento de escalada de precios como la actual y de hipotecas al 16% . Compré y a los tres meses mi piso se había revalorizado. Al poco tiempo los precios se estancaron y según tengo entendido incluso bajaron en relación con el incremento del coste de la vida. Sin embargo, no bajaron aquellos pisos que estaban en buenas zonas (hablo de Donosti y alrededores), los pisos sin ascensor, en zonas periféricas se desvalorizaron y no se vendían ni a tiros, no los de vistas a la Concha o en zonas céntricas.
Yo sigo teniendo mi pisito, ya pagado pero ahora vivo en otra ciudad, por motivos de trabajo, también carísima, con lo que he decicdido estar de alquiler, porque la venta no me compensa.
Moraleja: el que se hipoteca aguanta al máximo (al menos eso era en mi generación, ahora no sé) los pisos pueden bajar, mucho más los mal situados o de mala claidad, no los buenos y bien situados, esos se cotizan siempre. Los bancos nunca pierden, los gobiernos no van a dejar que haya un desmorone general, el clamor social y el haber llegado al techo de la construcciñón y especulación hará que las cosas se suavicen un poco. El asalariado & mileurista seguirá jodido hasta que herede el piso de los que han comprado como yo. Tiene suerte, yo no heredé, lo saqué de mi sudor, la sociedad mejora, je, je, je,
Todos centramos del debate en los tipos de interes, que si uno puede o no aguantar hasta el 6%, pero yo que soy mayor os digo que antes con tres mil pesetas llenaba el carro de la compra y ahora con 60 euros no lo lleno, y el sueldo de hace cuatro años ha esta parte son de unos cien euros mas al mes. En fin no es todo el eurobibor sino todo lo demás, comida, ropa, artículos de primera necesidad.
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