Comentarios: 0

Artículo escrito por Sandra Barañano, directora técnica de Cuida Tu Casa

Al igual que en el Día Mundial de la Salud la OMS fomenta una serie de medidas para promover la salud de todas las personas, también debemos apostar por las buena prácticas para contar con un hogar más saludable.

Actualmente, uno de cada nueve españoles vive en un edificio con poca salubridad, ya sea porque conviven con goteras, calefacción inadecuada en invierno o temperaturas insoportablemente altas en verano. No obstante, gracias al nuevo Plan de Vivienda 2018-2021 que ha aprobado el Gobierno, las mejoras para los hogares pueden estar subvencionadas, pudiendo llegar a recibir hasta 12.000 euros en ayudas por vivienda, por lo que ya no valen las excusas respecto a cómo afrontarlas. Además, el confort y el bienestar son dos de los motivos que más mueven a los españoles a la hora de lanzarse a hacer una reforma.

Habrá quien piense que por delante de la salud de su hogar está la suya propia. Pero lo cierto es que sin la una no es posible la otra. Y es que bajo techo las personas nos enfrentamos a los riegos derivados del deterioro dentro de los propios edificios, que pueden llegar a causar molestias respiratorias, alergias o enfermedades. La mayoría de las personas pasamos el 90% de nuestro tiempo a cubierto, ya sea en nuestra casa, en el trabajo, de compras en los centros comerciales o en el bar con los amigos, por lo que la salud de los edificios está directamente relacionada con la nuestra propia.

Pues bien, para que una vivienda se considere sana tiene que reducir a límites aceptables el riesgo de que, dentro del edificio y en condiciones normales de uso, se padezcan molestias o enfermedades. De igual manera, es importante que la amenaza de que los edificios se deterioren y puedan terminar afectando al medio ambiente resulte mínima.

En cualquier caso, para disipar los peligros y conocer el nivel de salubridad de la vivienda se tienen en cuenta aspectos como la protección frente a las humedades, la recogida y evacuación de residuos, la calidad del aire en el interior, así como el suministro de agua, o las instalaciones de saneamiento y fontanería o calefacción y climatización entre otros. Estas características sirven de termómetro para saber cómo de bien o de mal se encuentran los inmuebles para vivir en ellos sin que su estado de mantenimiento repercuta negativamente en nuestra salud.

Un ejemplo claro es el sistema de ventilación de las casas, el pulmón de los hogares. Tradicionalmente, se producía de forma natural, pero a día de hoy el aislamiento térmico y acústico de los edificios es mucho más eficaz, y la falta de ventilación provoca la acumulación de olores, mala renovación del aire interior, humedades y contaminantes perjudiciales para nuestra salud. Por ello, sin una buena ventilación de los edificios no dejamos respirar a nuestros hogares y, por ende, estos pueden terminar deteriorándose hasta el punto de provocar humedades que, combinadas con deficiencias en el aislamiento, podrían dar lugar a la aparición de hongos y microorganismos nocivos para nuestra salud, sobre todo para personas que padecen alergias o sufren problemas respiratorios.

Por seguir con el paralelismo, de igual manera que si uno se encuentra mal acude al médico a recibir tratamiento, nuestro hogar también necesita un diagnóstico, que lo cuidemos y nos preocupemos por su salud. Así, en el caso de que se detectaran problemas de salubridad en los edificios es importante reaccionar rápido y con la agilidad con la que actuaríamos contra una enfermedad en nuestro organismo. Y, en este sentido, una reforma a tiempo puede librarnos de catarros, constipados, malestares y molestias de todo tipo.

Además, como reza el dicho popular, más vale prevenir que curar. Y si a la hora de diseñar las casas es importante pensar en la futura calidad de vida de quienes las vayan a habitar, usar materiales de calidad o controlar las radiaciones y el uso eficiente de la energía ayudará en gran medida a mejorar la salud actual y futura de la vivienda.

Ya que el pasado 7 de abril se celebró el Día Mundial de la Salud, desde Cuida Tu Casa creemos que es el momento de hacer un diagnóstico de nuestro hogar para saber si necesita algún tipo de tratamiento. Cuanto antes solucionemos los problemas de ventilación, desagües o suministro y evacuación de agua, entre otros, menos enfermedades y molestias sufriremos. Y es que, en definitiva, cuidar nuestra vivienda es cuidar de nosotros.

Ver comentarios (0) / Comentar

Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta

Publicidad