Tiene 25 m2, se encuentra en Vale Flor (Portugal) y ha sido diseñada por el arquitecto local João Mendes Ribeiro
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Una preciosa minicasa rural construida en torno a un árbol centenario
José Campos

En la mayoría de ocasiones, las viviendas son vistas como una finalidad en sí mismas. Lo que importa es lo que se construye, cómo se construye y para qué se construye. Y todo lo que la rodea debe adaptarse a ella. Sin embargo, en otros casos, ocurre que lo que importa es el lugar en el que se edifica, por lo que es el edificio el que se tiene que adaptar al espacio en el que se va a levantar. Esto es lo que ha ocurrido con esta bonita 'tiny house' en Vale Flor, Portugal, diseñada por el arquitecto local João Mendes Ribeiro, que se ha construido rodeando un castaño centenario, que, además, es el elemento que le da nombre: Chesnut House (Casa del Castaño, en inglés).

Lateral de la cabaña con el árbol
Lateral de la cabaña José Campos
Lateral de la cabaña con ventanal y el árbol enfrente
Lateral con ventanal José Campos

Lo que más llama la atención, en efecto, es el gran castaño que sirve como referencia para la pequeña estructura de solo 25 m2. Pero no es esto lo único que destaca. Así, encontramos unas paredes de vidrio en ángulo enmarcan las vistas del árbol en el centro.

Otro elemento que llama la atención es el revestimiento de madera pintada de negro y revestida con paneles de madera contrachapada. Con todos estos elementos, la vivienda está diseñada por Ribeiro como un "refugio elegante" que es capaz de encajar en el paisaje rural en el que se ubica.

En el interior, aprovechando al máximo esos 25 m2 con los que cuenta la pequeña estructura, encontramos todo lo necesario para garantizar la comodidad de los huéspedes: una sala de estar, una cocina y un espacio para dormir ocupan una habitación dispuesta alrededor de una chimenea central independiente.

Una cristalera separa el árbol del interior de la vivienda
Cristalera y árbol José Campos
Dormitorio con una cama pequeña y ventanal
Dormitorio con cama pequeña José Campos

A lo largo del borde este, las paredes se han inclinado hacia adentro para dar la sensación de abrazar al castaño. Esta idea se refuerza con las ventanas de altura completa que enmarcan una vista del tronco del árbol en la sala de estar. De esta forma, se ha conseguido crear una estrecha conexión entre el interior y el paisaje. Con la apuesta por este diseño, se rompe la geometría de la casa, tensionando por el tronco del árbol y sus ramas, permitiendo que el edificio se abra hacia la copa del árbol.

La cabaña en un paisaje rural
Exterior de la cabaña José Campos

En el extremo sur de Chestnut House, una escalera de madera conduce a un pequeño entrepiso que ofrece espacio para una cama adicional, mientras que en la zona norte se ubica un baño. El techo inclinado estilo .se eleva en cada extremo de la casa, donde las grandes ventanas iluminan el baño y brindan al entrepiso vistas amplias del paisaje.

Por último, no podemos dejar de señalar que Chestnut House se construyó con una estructura de madera, revestida con tableros de virutas orientadas (OSB) y paneles de corcho para el aislamiento térmico y acústico. Las paredes internas, los techos y los muebles están acabados con paneles de madera contrachapada con los que se ha logrado aportar una atmósfera cálida y acogedora al interior, mientras que los accesorios mínimos ayudan a centrar la atención en el exterior.

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