
Los alquileres en Reino Unido han sufrido estos doce meses el aumento más rápido de los últimos siete años, desde que se tienen registros, mientras los precios de las viviendas en venta han descendido a sus números más bajos en una década, según los datos oficiales publicados en el país.
De esa forma, los precios de los arrendamientos han aumentado un 5,5% en agosto con respecto a hace un año, lo que supone el incremento más grande registrado desde enero de 2016, cuando la Oficina Nacional de Estadística de Reino Unido comenzó a registrar estos datos. Mientras, los precios de las viviendas en venta sufrieron una bajada del 0,6% en julio frente al 1,9% marcado en junio, por lo que se sitúa en su registro más bajo desde septiembre de 2012.
Una vivienda inaccesible
El encarecimiento de los créditos hipotecarios en los últimos dos años ha provocado que comprar una vivienda se vuelva inaccesible para muchos, por lo que la demanda de compraventa de inmuebles ha descendido de manera destacada y ha contraído dicho mercado. Además, muchos propietarios están teniendo problemas para asumir el aumento de intereses, que está repercutiendo directamente en las hipotecas.
Las continuas subidas de tipos aprobadas por el Banco de Inglaterra, hasta alcanzar el 5,25% actual, han generado que los intereses de las hipotecas alcancen máximos de hace 15 años, a pesar de que se esté empezando a relajar este endurecimiento monetario.
Por su parte, los mayores incrementos en los precios de las rentas en agosto en Reino Unido las ha sufrido Gales, con un 6,5%, seguida por Escocia, con un 6%, e Inglaterra, con un 5,4%. Por su parte, Irlanda del Norte cuenta con datos de junio, mes en el que incrementó sus precios en un 9,1%.
La capital del país no se queda atrás y se convirtió en la región con una subida mayor tras marcar un incremento del 5,9%, lo que supone su dato más elevado desde enero de 2006, cuando comenzaron a realizarse estos registros.
En este aspecto, Londres es también una de las regiones en las que los precios de las viviendas más cayeron en julio, con un 0,8% de descenso, solo con la zona suroeste de Inglaterra registrando una bajada superior de hasta el 1%.
Se espera que los precios sigan bajando
De esta forma, la media en el precio de la vivienda en Gran Bretaña ha sido de 290.000 libras en julio (333.500 euros), lo que todavía la sitúa 59.200 libras (68.097 euros) por encima de los precios registrados justo antes de que la crisis de la pandemia explotara, en febrero de 2020. No obstante, estos datos implican una bajada en los precios de 2.000 libras (2.300 euros) con respecto a noviembre de hace un año.
Asimismo, economistas de Pantheon Macroeconomics como Gabriella Dickens han señalado que estos descensos en los precios de las viviendas, los más marcados desde agosto de 2009, hacen presagiar más bajadas en los próximos meses, como recoge Financial Times.
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