Si descubres que tu arrendatario está en un fichero de morosos debes actuar con rapidez para proteger tu propiedad y tus ingresos
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Qué hacer si mi inquilino entra en el registro de morosos
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Alquilar una vivienda conlleva riesgos, y uno de los más preocupantes para cualquier propietario es descubrir que su inquilino ha sido incluido en un fichero de morosos. Esta señal de alarma puede anticipar problemas serios de impago, comprometer la estabilidad del arrendamiento y alargar los plazos de desahucio hasta más de un año. 

Por eso, saber cómo actuar es clave para proteger tu inversión y tu tranquilidad. Te contamos qué hacer si tu inquilino entra en el registro de morosos y cómo evitar que esta situación se repita.

Verifica la inclusión y su origen

Antes de nada, confirma que no se trata de un error. Consulta directamente el informe del fichero en el que haya sido incluido, así como el importe que ha propiciado su inclusión. En caso de que la deuda ya hubiese sido pagada, exige un documento que así lo acredite.

Consulta el fichero de inquilinos morosos de idealista.

Evalúa el contexto contractual

Que tu inquilino esté en un fichero de morosos significa que debes actuar con prudencia. Examina el contrato, evalúa si hay incumplimientos y toma medidas:

  • Revisa qué establece el contrato de alquiler y la situación actual de pagos.
  • Si el inquilino sigue cumpliendo (aunque esté registrado), puedes mantener la relación con más cautela.
  • Si hay incumplimientos, actúa con firmeza. Los desahucios por impago de rentas pueden llevar más de un año hasta que se solucionen, así que conviene atajar el problema con celeridad.

Contacta y trata de llegar a un acuerdo

Cuando tu inquilino aparece en un registro de morosos, hablar con él puede marcar la diferencia:

  • Comunícate con tu arrendatario para entender la situación y plantear un plan de pagos viable.
  • Ofrece un desistimiento voluntario del contrato si conviene a ambas partes.
  • Documenta todo: Correos, mensajes, burofaxes...

Reclama formalmente la deuda

Enviar un burofax reclamando el pago del alquiler no solo deja constancia formal de la deuda, sino que también puede evitar que el inquilino frene el desahucio:

Inscribe al moroso y fortalece tu posición

Incluir al inquilino en el fichero de morosos le presiona para que pague y también refuerza tu reclamación.

Ve a juicio si no hay acuerdo

Si no hay acuerdo con tu inquilino moroso, toca dar el siguiente paso:

  • Interpón un proceso monitorio, reclamando la deuda y el desahucio.
  • Una vez admitida la demanda, el inquilino dispone de 10 días para oponerse.

Reclama las cantidades tras el desalojo

Una vez recuperada la vivienda, aún puedes reclamar lo que te debe el inquilino:

  • Si el inquilino no dispone de fondos para pagar la deuda, ejecuta una demanda ejecutiva para embargar bienes, salarios o cuentas bancarias del arrendatario en cuanto tenga algo de dinero.
  • No olvides reclamar también suministros no pagados y posibles costas judiciales.

Refuerza tu protección en el próximo contrato

Para evitar futuros impagos, refuerza tu próximo contrato de alquiler con garantías sólidas:

  • Solicita documentación: Nóminas, contrato laboral, historial de pagos.
  • Exige garantías extra: Garantía adicional, aval bancario o seguro de impago.
  • Incluye la cláusula anti morosidad: Avisa de la posibilidad de ser incluido en registros de morosos si hay impago.

Considera un seguro de impago

Un seguro de impago de alquiler puede cubrir las rentas en caso de impago y, además, ofrecer defensa jurídica, asesoramiento, cobertura ante daños materiales y sufragar los costes judiciales. 

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