Con la poca oferta de vivienda disponible, los arrendamientos vuelan. En especial en aquellas comunidades con mayor tensión en el mercado inmobiliario como Cataluña. El 8% de las viviendas que se alquilaron a través de idealista durante el segundo trimestre de 2025 no llevaba ni 24 horas en el mercado.
Entre los grandes mercados la mayor incidencia de los alquileres exprés se da en Barcelona (12%), Palma (9%) y San Sebastián (9%). Es por ello que los expertos ponen de manifiesto que prácticamente es imposible negociar el precio del alquiler en Barcelona, y también en zonas cercanas a la capital catalana.
Así lo ve Rebeca Pérez, CEO y fundadora de Inviertis, quien destaca que no hay margen para la negociación. “Lamentablemente, la falta de oferta disponible para alquilar es tan grande que hay un gran volumen de interesados por cada inmueble disponible”, asegura.
Aunque pueden darse casos muy concretos donde sí exista un pequeño margen, pero la tónica general es que existe una fuerte presión de la demanda y “donde un potencial inquilino no está dispuesto a pagar un precio por un inmueble, otro lo estará”, añade. De hecho, en muchas ocasiones la renta acaba siendo más elevada que la ofertada inicialmente, ya que hay inquilinos dispuestos a pagar más con tal de quedarse la vivienda.
Por su parte, Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, tiene claro que no hay margen de negociación. “En la ciudad, para cada vivienda en alquiler hay lista de espera. Es un mercado ultratensionado. No hay oferta para el volumen de demanda que existe. No se plantea una negociación salvo ajustes simbólicos”, apunta el experto. Y añade que, con esta desproporción entre oferta y demanda, difícilmente existen argumentos válidos para negociar rebajas de la renta.
Factores de los que depende la negociación del precio del alquiler
Una negociación en el precio del alquiler puede venir dada por una falta de servicios o por las necesidades de adecuación de una vivienda, donde, en ese caso, las asume el inquilino y recibe ese descuento en el alquiler.
Para la portavoz de Inviertis, la principal presión puede venir dada por una falta de interesados dada esa condición. “Pongamos, por ejemplo, que hay una reforma en la escalera y va a suponer 5 meses de incomodidades, muchos inquilinos no estarían dispuestos a asumirlo y eso puede dar lugar a una negociación”, afirma.
Sin embargo, también hay que ser realista con la situación de mercado actual, y si lo que buscamos es ahorrarnos un dinero sin que esté justificada la negociación, “es posible que nos quedemos sin ese piso y tengamos que asumirlo”, añade.
Y aquello imprescindible que debemos tener en cuenta, según BBVA, es la primera mensualidad: el primer pago del alquiler. Una negociación que se hace previamente para fijar cuánto se pagará mes a mes. Luego está la fianza y las garantías adicionales: hay que tener en cuenta que el pago de unas garantías adicionales no es obligatorio, de modo que aquí es donde se puede negociar.
Finalmente, están los gastos no individualizables: los derivados directamente del uso de la vivienda, como el agua o la luz, que paga el inquilino. Sin embargo, aquellos que no son individualizables, como el gasto de comunidad o el impuesto de basuras, normalmente recaen sobre el propietario.
¿Hay momentos clave para negociar?
Desde donpiso explican que, en la primera firma, el inquilino está inmerso en una dinámica de mucha competencia, por lo que no cabe negociación posible.
“En el momento de una eventual renovación del contrato sí podría haber opción en función de su perfil, de la relación con su casero, de sus condiciones laborales e ingresos y de la seguridad personal y financiera que el inquilino y su histórico de comportamiento en la vivienda puedan aportar al propietario”, destaca Bermúdez.
Rebeca Pérez, por su parte, diferencia entre negociar porque no se ajusta a tu presupuesto y negociar porque el inmueble presenta características que no se ajustan al precio. “Si hablamos de la primera opción, es decir, que tu presupuesto está por debajo del precio ofertado, es importante hablarlo antes de efectuar ninguna visita por una cuestión de optimización de tiempo”.
En el segundo caso, cuando hay una serie de incomodidades o de servicios que no están correctamente dados por la parte propietaria, entonces “hay que empezar a negociar siempre después de haber podido conocer la propiedad y una vez está entregando la documentación y se está verificando que tu perfil de inquilino es el idóneo para la propiedad y que existe un interés por ambas partes de que se dé ese contrato”, resalta.
Se debe iniciar la negociación argumentando muy bien por qué se desea y presentando una oferta clara del precio dispuesto a pagar para no alargar la negociación y facilitar el cierre.
Sigue toda la información inmobiliaria y los informes más novedosos en nuestra newsletter diaria y semanal. También puedes seguir el mercado inmobiliario de lujo con nuestro boletín mensual de lujo.